Desde mi mundo, os propongo la lectura del informe titulado Sexismo
lingüístico y visibilidad de la mujer que elaboró el académico, catedrático
de Lengua Española de la Universidad complutense de Madrid, y ponente
de la Nueva Gramática de la lengua española, Ignacio Bosque, y que fue
aprobado por los académicos asistentes al pleno de la docta corporación
académica del pasado 1 de Marzo del presente año en curso.
Se trata de un análisis de nueve guías sobre lenguaje no sexista
publicadas por distintas instituciones españolas, en el que Ignacio Bosque
señala que "contienen recomendaciones que contravienen no solo normas
de la Real Academia Eapañola y la Asociación de academias, sino también
de varias gramáticas normativas, así como de numerosas guías de estilo
elaboradas en los últimos años por muy diversos medios de comunicación.
En ciertos casos, las propuestas de las guías de lenguaje no sexista
conculcan aspectos gramaticales o léxicos firmemente asentados en
nuestro sistema lingüístico, o bien anulan distinciones y matices que deberían
explicar en sus clases de Lengua los profesores de Enseñanza Media,
lo que introduce en cierta manera un conflicto de competencias. No hay,
desde luego, ilegalidad alguna en las recomendaciones sobre el uso del
lenguaje que se introducen en esas guías, pero es fácil adivinar cuál sería
la reacción de las universidades, las comunidades autónomas, los
ayuntamientos o los sindicatos si alguna institución dirigiera a los
ciudadanos otras guías de actuación social sobre cuestiones que competen
directamente a esos organismos, y, más aún, que lo hiciera sin consultar
con ellos y sin tener en cuenta sus puntos de vista, cuando no despreciando
abiertamente sus criterios".
Mi más profunda admiración, como lingüista y como español de a pie,
hacia Ignacio Bosque y la Real Academia Española de la Lengua, porque
ya era hora de que alguien desde la independencia, el prestigio, y el sentido
común saliera al paso de los atropellos que, en nombre de falsos ideales,
falaces reivindicaciones, y espurias discriminaciones positivas, se están
cometiendo con la indefensa y desamparada lengua española.
Como dice nuestro rico refranero, "nunca es tarde si la dicha es buena",
y aunque demasiado ha tardado en levantarse esta voz, al menos ha
quedado clara y diáfana la postura de la institución cuya principal función
es la de limpiar y dar esplendor a nuestra lengua, que bastante denostada
está ya por el desastroso uso que se hace de ella en la tan extendida
hoy mensajería móvil e informática... velemos, pues, por la lengua española,
ya que es el mayor bien cultural con vida propia que atesoramos desde
siglos en España e hispanoamérica, herramienta insustituible gracias a la
cual nos comprendemos y nos comunicamos, nexo de unión vital y cultural
de cientos de millones de personas a ambas orillas del Atlántico,
instrumento único para el debate, la discusión y el entendimiento.
No hay comentarios :
Publicar un comentario