Siempre andamos justificándonos, aunque la mayoría de las veces no nos demos cuenta. Nos hacen una pregunta sobre matemáticas y solemos escuchar, antes de responder, "es que yo soy de letras". En otras ocasiones nos preguntan sobre una análisis lingüístico y respondemos "es que yo soy de ciencias". Como si el que estudió ciencias no tuviera por qué saber de lengua y el que estudió letras no tuviera por qué saber de matemáticas o física.
Nos justificamos constantemente, ¿por qué?, porque no queremos aceptar nuestras limitaciones y carencias, y porque tememos la censura y la desaprobación de los demás. La presión social suele tener más fuerza que nuestra seguridad interior.
Por Pólux.
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