INTRODUCCIÓN. UN DÍAS MÁS, ORFEO, DEDICATORIAS Y EL TÓPICO DEL DISFRUTE.

  Llegó el fin de semana. El tren nos ha vuelto a traer y nos ha dado un día más, así que procuraremos disfrutarlo.

  Hoy os presentamos un nueva canción de nuestro colaborador musical Orfeo. Nos presenta su canción "Miradas I". Podéis acceder a ella pulsando con el ratón en el rótulo que la anuncia, situado bajo la foto de la portada, en el lado izquierdo, o desde su página "La música de Orfeo". La voces son de dos colaboradores de Obtentalia (como en la anterior canción que presentó). Esta canción se la dedicamos a dos personas. Una es nuestra querida seguidora, la joven, guapa y simpática Isabel Peñalver, a quien desde aquí mandamos un saludo muy especial. La otra es nuestro amor platónico, la chica que nos tiene el cerebro agitado, cuya dulzura nos desarma, la encantadora Helena de Troya. Cada vez que la vemos por los pasillos de Obtentalia se nos agita el corazón. Un beso y un achuchón muy grade para Helana de Troya.

  Disfrutar ... Nos parece que disfrutar se ha convertido en una obligación. Si tienes vacaciones o un fin de semana tienes que disfrutarlo a tope. Pero claro, hacerlo no es cualquier cosa, es viajar, hacer senderismo por rutas desconocidas, ir a comer fuera a determinado restaurante de moda... Son los nuevos tópicos de nuestra sociedad de consumo, de nuestra sociedad de bienestar (o lo que va quedando de ella con esta crisis).

  Hay actos y actividades socialmente más reconocidas como causa de bienestar, como por ejemplo viajar. Aunque nos aburra, pasemos calor, nos salgan rozaduras y callos, viajar, siempre viajar, da igual dónde, viajar y cuanto más lejos mejor.

  Disfrutar es algo muy personal, pero es su  vertiente social, el compartir con los demás y sentirse aceptado por ellos, lo que le convierte en tópico y desnaturaliza su esencia individual, la que nosotros reivindicamos aquí y ahora. Tal vez no sea un objetivo muy común subirse a una atalaya y disfrutar allí durante semanas o meses, y tener tiempo también para aburrirse, pero es nuestra opción, la libertad de nuestra elección.

Por Cástor y Pólux.

INTRODUCCIÓN. ¿POR QUÉ COMPRENDEMOS?

“¿Por qué no puede comprender el por qué comprendo?”, se pregunta, el hombre. La respuesta ya la sabemos. La imposibilidad de contestar a esa pregunta choca radicalmente con el continuo intento de hacerlo. Es un problema porque el hombre se empeña en comprender aquello que no puede comprender. Pero el empeño, el deseo de saber, aparece fuertemente arraigado en el hombre, como si de un instinto se tratara. Tal vez sea el instinto de la mente. Saber posibilita adaptarse.

Por Cástor y Pólux.

INTRODUCCIÓN. LA RAZÓN DE CREER.

Este fragmento que os presentamos hoy, que habla de la razón de creer en lo religioso o no, está rescatado por uno de nuestros colaboradores, que ha tenido a bien enviárnoslo, de una muy antigua libreta confeccionada a mano y con muy buena calidad, a modo de edición casera de escritos sobre filosofía y religión de un autor desconocido. Posiblemente sólo se trate de alguien que escribió sus pensamientos en una libreta.

“Yo sólo hago cambiar un misterio por otro. Ese dios religioso por esa naturaleza individual, llena de azar y a la que le atribuyo cierta armonía, belleza, que se infunde en el espíritu humano. Es de suyo, ciertamente, aferrarse a algo, ya sea a un dios religioso, a la duda, a uno mismo… Se llena un vacío que es el que insta a creer. Cada uno tiene su misterio y muchos lo comparten, pero eso no cambia nada. En última instancia sólo se trata de llenar ese vacío.”

Por Cástor y Pólux.

INTRODUCCIÓN. FRAGMENTO DE UNA CARTA (IDEALISMO).

Fragmento de una carta personal que recibimos hace ya muchos años de un buen amigo, ya en la lejanía.

“Siempre escribo sobre lo que deseo, lo que quisiera, no directamente lo que soy, sino lo que querría ser en último extremo. Más describo sueños que constato hechos, aunque creo ‘honestamente’ que tampoco es justa en toda medida esa separación. Pero lo cierto es que me inscribo más en la altura de lo que a fin de cuentas es un sueño, un pensamiento, que en la adaptación al férreo suceder, el tiempo que se hace presente por un instante breve y vivo, que dura … toda la vida.”

Por Cástor y Pólux.

INTRODUCCIÓN. EL SUEÑO DE LA INFANCIA PERDIDA.

Aquel sueño fue especial. Era un niño. Estaba jugando con otros niños. La sensación era que nos lo estábamos pasando muy bien. Corríamos por la casa donde había vivido de pequeño y especialmente por el enorme jardín.

En la realidad aquél jardín, que en el sueño era el jardín de verdad de aquella casa, estaba lleno de recuerdos. Tenía su merendero, su piscina (en realidad era una pequeña alberca hecha para refrescarnos en verano), su aljibe llena de babosas, el patio lateral donde jugábamos a la pelota, el cuarto donde se guardaban trastos, desconchado, viejo y sucio, y sobre todo las plantas y el gigantesco limonero del centro que cubría una gran parte de jardín. Nunca he visto un limonero tan grande. Me recuerdo subiendo a él con una escalera y trepando por sus ramas mientras cogía los enormes limones y los dejaba caer con cuidado sobre la tierra para no estropearlos, mientras mi padre miraba alerta. Delgado y pequeño, yo era el único que podía trepar entre las ramas de aquella forma, y eso me llenaba de orgullo.

Pero volvamos al sueño, después de varios juegos empezamos a jugar al escondite. Corríamos, nos escondíamos, salíamos de nuestro escondite y volvíamos a escondernos…Después el juego varió en algo, no lo recuerdo bien, y yo, junto con alguien más estaba buscando a los demás. De pronto me paré y levanté una especie de tapadera del suelo (podría haber sido la aljibe pero no lo era). Dentro había agua, que casi rebosó al quitar la tapa. Del agua surgió un cadáver, alguien que estaba allí ahogado, y cuando por fin le vi la cara me di cuenta de que era … yo mismo. En ese instante yo ya era un poco mayor y comprendí que quien había muerto era mi infancia. Allí estaba yo, mirándome a mí mismo más pequeño y ahogado, comprendiendo que la infancia no volvería nunca más, y sintiendo una gran desolación y tristeza por ello.

En ese momento me desperté muy impresionado, tanto que aún hoy, después de tantos años, lo recuerdo. La idea y el sentimiento resonaban claramente en mi cabeza: la infancia perdida jamás volverá. Y hoy constato que no sólo se trata de eso. La infancia, aunque la recordemos, cada vez está más lejos en el tiempo y cada año se vuelve más difusa.

Por Cástor y Pólux.

INTRODUCCIÓN. SOCIEDAD DE BIENESTAR Y MEDIO AMBIENTE.

  La fotografía de cabecera de hoy de nuestro blog Obtentalia nos muestra la base de la forma de vida que ha adoptado nuestra sociedad, que en definitiva es la forma de vida que adoptamos cada uno de nosotros. El consumo es la base del desarrollo. Y hace ya tiempo que superó nuestras necesidades reales. Al sistema en el que el consumo supera esas necesidades le llamamos sociedad de bienestar. Nos facilita mucho la vida pero es muy agresiva con el medio ambiente. Pocos son los que quieren renunciar a una vida fácil y agradable. En cuanto a los aspectos negativos ... mejor no pensar en ellos, si no nos estropearán el disfrute de esa vida fácil y agradable.

 Después exigiremos a los políticos que tomen las decisiones necesarias para acabar con la contaminación desmedida del medio ambiente. Éste es un discurso ya algo manido, que a base de repetir hemos convertido en tópico. Pero la naturaleza no entiende de tópicos.

  ¿Qué vida queremos? No tengamos miedo a responder sinceramente. Es lícito y muy humano preferir la comodidad y lo fácil. Pero tenemos que ser conscientes de lo que ello conlleva y no llamarnos a engaño.

Por Cástor y Pólux.

INTRODUCCIÓN. RECUERDOS Y OFERTA DE OBTENTALIA.

  Hoy llamamos a un amigo de la infancia por su santo. Hacía tiempo que no hablábamos con él. Tendríamos 12 ó 13 años cuando nos conocimos. Ha llovido mucho desde entonces.

  Recordamos cuando nos juntábamos con él. Cuando teníamos 14 ó 15 años íbamos siempre a los nuestro, intentando eludir la autoridad de nuestros padres. Recordamos cómo le quitábamos a nuestro padre delante de sus narices la llave de la casa de los abuelos, una casa enorme de dos plantas (su  parcela tendría no menos de 1.500 metros cuadrado) ya cerrada porque no se usaba. Uno de nosotros entraba en su despacho y le preguntaba cualquier tontería mientras el otro, de forma descarada cogía la llave de la mesa en la que estaba sentado. No cabía disimulo alguno pues la llave estaba a poco más de un metro de nuestro padre. Pero siempre conseguíamos cogerla (aún hoy nos sorprende cómo no nos veía). Luego nos íbamos a hacer gamberradas a la casa de los abuelos.

  Recordamos también cuando nos íbamos casi a las afueras del pueblo, tras la estación de trenes, para fumarnos un cigarro entre dos o tres, o cuando nos metíamos en las casas abandonadas medio derruidas. Esta última era una de nuestras actividades favoritas. Conocíamos el castillo (entonces cerrado al público), un cine desmantelado al que accedíamos desde el castillo, las casas de algunos vecinos ... No sé qué pretendíamos encontrar en esos lugares pero nos encantaban. Y siempre como actividad de fondo algo también prohibido, fumar. En una época nos dio por fumar los "more", unos cigarrillos oscuros, delgados y largos. La verdad es que no estaban nada buenos, pero eso era lo de menos.

  El tiempo ha pasado y ya nos hicimos hombres adultos. La vida se volvió seria. Pero los recuerdos siempre estarán ahí. Ahora nos dedicamos a otras cosas, por ejemplo a este blog, a inventar palabras como Obtentalia e intentar llenarlas de contenido. Y así hemos llegado hasta hoy domingo, la vida y nuestra voluntad nos han traído hasta aquí.

  En estos últimos meses nuestro blog se ha ido llenando de contenido: relatos, crónicas, comentarios, cuentos, artículos, humor, música ... Y de temas variados: filosofía, ciencia, humanismo, religión, astronomía, viajes, experiencias personales, moda.

  Os invitamos hoy domingo a que repaséis los contenidos de nuestro blog. En la parte superior derecha de esta página principal tenéis un buscador que os puede ser útil. En la parte izquierda están las páginas con los artículos de los diferentes colaboradores. En cada página están todos los artículos del colaborador a que se refiere. Si no os apetece leer podéis escuchar la música de Orfeo. Debajo del nombre de las páginas de los colaboradores hay un archivo histórico de todas las entradas. También podréis buscar la entradas más antiguas desplazándoos hacia abajo con la rueda del ratón en la página principal. Esperamos que encontréis algún contenido que os guste y os haga pasar un buen rato este domingo.

  Hasta mañana si todo lo permite.

Por Cástor y Pólux.