FOTOGRAFÍAS.


PULSA AQUÍ PARA VER LA GALERÍA DE FOTOS DE CABECERA.

ENTRADA SUGERIDA:

MIRAR ARRIBA, ADENTRO O ABAJO.

No sé si mirar arriba, adentro o abajo, porque lo que encuentro frente a mí es más de lo mismo, de lo mismo que yo soy quiero decir. ...

sábado, 5 de septiembre de 2015

HUELGA DE TRENES, UNA MÁS.


Ayer viernes tuve que ausentarme de la atalaya para ir a la gran ciudad. Utilicé el tren de cercanías por la comodidad que supone no tener que coger el automóvil. ¿Pero qué me encontré? Una de esas huelgas en la que nos toman a los usuarios como rehenes. Y no es la primera ni la segunda.

Había huelga de RENFE (o de ADIF o de los maquinistas o de los operarios, qué más me da, para mí al final es lo mismo pues nunca sé ni quién reivindica ni el qué). Una de esas Huelgas que anuncian con un cartelito de servicios mínimos, un papel más entre la maraña de horarios de cercanías y anuncios varios colocados en el panel correspondiente. Así de bien anunciada estaría que los que estábamos esa mañana en la estación nos enteramos porque alguien preguntó en la ventanilla, ajeno a lo que sucedía, cuál era la vía por la que saldría el tren de las 06:35 horas. La mujer de la ventanilla le contestó que ese tren no salía pues había huelga, y así nos enteramos.

La RENFE nos tiene acostumbrados a eso, a hacer huelgas medio encubiertas para conseguir sus objetivos. Consecuencia también de los monopolios, que aunque vestidos de competencia, monopolios son.

Y los usuarios no es que se fastidien, es que llegan tarde al trabajo, con las consecuencias que ello tiene en muchos casos (todo el mundo no es funcionario), a sus citas con el médico, a gestiones que tendrán que hacer otro día del que alguno no dispondrán y un largo etcétera.

¿Falta de respeto, trato con desprecio? No les quepa duda. Además, por lo que cuesta un billete de cercanías, a todas luces excesivo, se podían incluir los avisos de Huelga al móvil, integrados en una aplicación de esas tan de moda hoy.

No se puede hacer peor. Pero da igual, aquí nadie tiene responsabilidad por nada, y por lo visto ni falta que hace.

Por Pólux.


viernes, 4 de septiembre de 2015

UN IR Y VENIR DE PERSONAS TAN DISPARES...


Sentado en un banco veo el trasiego de la gente. La estación está repleta y el ir y venir de personas tan dispares resulta pintoresco.

Todos personas, pero cuan distintas la forma de vestir, de comportarse, de mirar a su alrededor... Unos van solos y otros acompañados con su pareja, con niños, o con toda la familia. Unos llevan mochilas, otros maletas otros. Eso que llaman moda en la forma de vestir parece no existir. Faldas largas, muy largas, otras cortas, cortísimas, vaqueros rotos, shorts, blusas, camisetas, trajes, vestidos, pantalones de todos los colores, estilos y hechuras, torsos desnudos, otros pudorosamente cubiertos...

Cada persona parece inmersa en sus pensamientos, algunos de aspecto profundo, otros concentrados en la inmediatez de lo que ven o buscan, pero cada uno ajeno a los demás.

Vidas tan distintas mezcladas en un fluir errático y discontinuo, objetivos y metas cumpliéndose a la vez que otras se desvanecen... Curiosa estampa a la que es difícil dar sentido.

Y quienes desfilan, mirando a su vez a quienes estamos sentados, teniendo tal vez esa misma sensación de  variedad y sinsentido...

Puro relativismo, con un nexo de unión, la propia estación, pero puro relativismo.

Por Pólux.


jueves, 3 de septiembre de 2015

LOS COTILLEOS DE SIEMPRE.


Siempre se dijo que la crítica y el cotilleo eran el deporte nacional en España. Parecía, sin embargo, que la mayor libertad y educación, progresivamente conquistadas desde la instauración de la actual democracia, serían bálsamo suficiente para adoptar nuevas aptitudes más liberales y comprensivas con los demás, lo suficiente para acabar con el tópico

Pero la realidad, un vez más, impone su criterio al de nuestro parecer, y nos muestra que poco ha cambiado el llamado deporte nacional. No hay más que mirar a nuestro alrededor. Forma parte de nuestro tejido social.

Por Pólux.


miércoles, 2 de septiembre de 2015

POESÍA DE JUAN RAMÓN JIMÉNEZ.

CON LAS ROSAS

No, esta dulce tarde 
no puedo quedarme; 
esta tarde libre 
tengo que irme al aire.

Al aire que ríe 
abriendo los árboles, 
amores a miles, 
profundo, ondeante.

Me esperan las rosas 
bañando su carne. 
¡No me claves fines; 
no quiero quedarme!


martes, 1 de septiembre de 2015

SEPTIEMBRE, LA ATALAYA Y LAS PLAYAS.


Y llegó septiembre.

Tentado estoy de decir que se acabaron las vacaciones, y así es para una gran mayoría, pero cierto es también que hay muchas personas que prefieren disfrutar de sus vacaciones en este mes de septiembre que empieza, principalmente por la mayor tranquilidad que se disfruta, lejos de la masificación de los meses de julio y agosto.

En la atalaya gozo de más tranquilidad (apenas hay senderistas que pasan cerca de ella) y de unas vistas, a lo lejos, de playas más desiertas.

Pero septiembre no es el septiembre de hace treinta años. Recuerdo que entonces podía pasear por playas solitarias en esta costa al sur de Huelva. Hoy difícilmente puedo hacerlo. Cada tarde  se acercan personas de las poblaciones cercanas (Huelva, Palos, Moguer) a pasar un rato en la playa. Van y vienen en un rato. Yo lo haría su pudiera (cuando trabajo y no estoy en la atalaya).

No es ni mejor ni peor, es, como siempre creo, diferente, aunque en un plano puramente subjetivo para mí es peor por cuanto prefiero y busco la soledad tanto en la atalaya como en las playas cercanas a las que me gusta ir a pasear.

Tal vez las playas más solitarias que encuentro en septiembre estén en pequeños lugares de la costa gaditana y ya, más lejos, en la costa atlántica del Algarve y el Alentejo en Portugal. Como veis la costa y las playas son mi fijación, no en vano la talaya está donde está.

Médanos, un suelo de pinochas y la brisa es todo lo que tengo a mi alrededor y lo único que necesito.

Por Pólux.


lunes, 31 de agosto de 2015

DAR LAS COSAS POR SENTADO.


Y llegó el último día de agosto. Yo seguiré en la atalaya todo el tiempo que pueda. Se acaban las vacaciones, una de esas conquistas sociales que damos por sentada.

Demasiadas cosas damos por sentadas. No estaría de más repasar algo de nuestra propia historia como pueblo para entender los sacrificios que costaron esas cosas que hoy presuponemos. Damos por sentada la libertad, el estado de bienestar, los derechos laborales adquiridos y tantas otras cosas.

Tal vez por eso nos cuesto tanto entender como una crisis como la que aún vivimos pueda acabar con determinados privilegios laborales y sociales.

Nuestro equilibrio económico y social es frágil, muy frágil, y resulta incomprensible querer cerrar los ojos a una realidad que impone sus condiciones en forma de pérdida de prestaciones y, en parte, de libertad.

Por Pólux.


domingo, 30 de agosto de 2015

AIRES DE MAZAGÓN.

AIRES DE MAZAGÓN.
Por Pólux (30 de agosto de 2015).
(Fotos de Pólux. Pulsar sobre ellas para aumentar de tamaño).

Mar y cielo, lo imposible, lo ignoto, el vasto territorio de nuestra búsqueda aquí en Obtentalia. La tierra, donde hunde sus raíces nuestra atalaya, desde la que iniciamos hace ya tiempo esa búsqueda y desde la que escribimos cada una de estas palabras.

Podría estar en cualquier lugar, y en realidad lo está, pues se asienta en la tierra que cada uno siente como la que le reconforta cuando lo necesita, a la que acude cuando ha de respirar hondo, en la que vivió esos años que le marcó para siempre y a la que como referencia siempre recordará.

El lugar depende de cada uno y de sus vivencias. Las de Obtentalia, las mías, se ubican en la tierra onubense a la que tanto me refiero, y en particular en Mazagón, esa pequeña población (hoy más crecida) a unos quince kilómetros de Huelva, a la que me llevaron mis padres por primera vez siendo un niño.

Mis primeros recuerdos de Mazagón son de una felicidad extrema, de una avidez sin freno por descubrir los lugares más recónditos de aquellas playas inacabables, de aquellos pinares tan extensos. Descubrí un mundo nuevo que estimuló tanto mi cuerpo como mi mente, y sobre todo ésta. Perdido en parajes inexplorados, mi pensamiento se disparaba, y cada pinocha, cada escarabajo que huía de mis pisadas, cada rayo de luz entre la copa de los pinos, cada huella mía, cada grano de arena de aquellas playas era un motivo para la reflexión. Reflexiones aún hoy inconclusas que me llevaron a la búsqueda desde la atalaya.

Mazagón... Comprende parte de una extensa playa que se inicia tras el Puerto Exterior de Huelva y que no se interrumpe hasta la desembocadura del Guadalquivir, en Sanlúcar de Barrameda, algo más de sesenta kilómetros de playa ininterrumpida, parte de la cual está coronada por un acantilado arenoso de unos seis metros de altura, aunque es superada en algunas partes, donde pueden encontrarse pequeños fragmentos de piedra arenisca. Y tras los acantilados se elevan enormes dunas, la mayoría ya fósiles, algunas de las cuales alcanzan más de cien metros de altura. Una maravilla de la naturaleza que tenemos aquí mismo, a nuestro lado, sin tener que tomar un avión para ir a lejanos parajes.

He subido a esas dunas, he bajado los acantilados, me he dejado acariciar por la brisa en una recóndita playa con la única compañía de las gaviotas, he recorrido esos pinares sin fin en los que incluso me he extraviado..., he sido esa misma tierra, por eso la llevo tan adentro.

¿Acaso no serían esos los pinares y los médanos de los que nos hablaba Juan Ramón Jiménez, natural de Moguer, tan cerquita de Mazagón?

Allí está nuestra atalaya, coronando uno de esos acantilados, con una vista infinita del horizonte, del mar y del cielo, allá a lo lejos. La tierra, la toco aquí, con mis dedos, aunque se me escape entre ellos.

Paseos solitarios, perdidos, enajenados, llenos de secretos inconfesables, en una tierra en la que anclé mis raíces y que a cambio me dio el lugar donde madurar muchas de mis creencias, mi escepticismo vital y mi relativismo real, el cambio de los valores que me dieron mis padres por otros más subjetivos pero más plenos para mí. Paseos que me transformaron, o que fueron parte de mi transformación.

¿Cómo no voy a recordar con cariño esa tierra? Me dio tanto..., y amistades, conocidos... tanto. Y aún hoy me lo da. Tras varias décadas (no una ni dos) aún intento coronar mi transformación, ahora desde la atalaya, más sé que no lo haré pues la vida misma es transformación continua, aunque el objetivo final de conseguir la plenitud nunca debiera abandonarnos.

Cada año vuelvo, y cada ocasión un poco más cansado, pero aún con ganas de retomar algún paseo de esos solitarios, perdido entre médanos y pinos.

Y hablando de Mazagón no puedo menos que citar los lugares que hace esas décadas innombrables, y algunas aún hoy, eran punto de referencia de la vida en esa pequeña población, que en invierno quedaba casi despoblada. Casa Hilarias, el Restaurante Las Dunas, entonces no tan selecto como hoy, que regenta el hijo de los que lo hicieron entonces, aún hoy sentados cada día en una de sus mesas viendo como creció la criatura que tanto esfuerzo les costó, El Remo, la discoteca Los Juntos, que era descubierta y cuyo solar y tabique de entrada aún siguen hoy recordando sus tiempos memorables, la discoteca Galaxia, El París, uno de los bares más antiguos, La Heladería, la de entonces, hoy cerrada (la actual tiene otra ubicación), El faro, el Parador, la antigua urbanización Ciparsa, la más antigua y con un encanto especial, el Vigía, el Parador, las playas más familiares bajo las urbanizaciones Los Miradores y Las Maravillas, hoy inexistente por estar ocupada por el Puerto Deportivo, la Iglesia de los Padres Blancos, el camping, el cine de verano (hoy en desuso) que tantas noches inolvidables nos dio, los partidos de fútbol en la playa, las fiestas también en la playa, El Negro, El Choco, El Macondo, éste un Pub en el que pasábamos horas jugando a las cartas y a los dados, bebiendo al son de la música que les pedíamos, Supertram y ese "Riders on the storm" de The Doors que les solicitábamos al dueño todos los días, las barbacoas en los pinares del Parador, los interminables pinares, las empinadas escaleras de peldaños de madera para bajar a la playa..., y tantos otros lugares que me dejaré en el tintero...

Os dejo aquí algunos enlaces relacionados con Mazagón, tras ellos varios enlaces a entradas relacionadas con el tema en este mismo blog, y al final algunas fotos más también realizadas por mí:


Entradas relacionadas con el tema en este blog:


Mas fotos tomadas en Mazagón. Pulsar sobre las fotos para verlas a mayor tamaño.