Pues llegó el domingo. Y la Navidad más cerca. Y todos un poco más ... [que cada uno ponga el calificativo que crea más conveniente].
Hemos puesto nuevas sugerencias para esta semana, que las teníamos un poco olvidadas, y hemos cambiado también la forma de presentarlas, tenéis el enlace en el lateral izquierdo, bajo la tecla de inicio. Ese enlace os llevará a una página donde se muestran las sugerencias y el enlace para verlas. También hemos actualizado a hoy el enlace de "Hace un año..." No hemos tenido tiempo para actualizarlo todo los días, ni siquiera todas las semanas. Procuraremos hacerlo.
Esta semana que ha pasado hemos hablado de los Reyes Magos y Papá Noel, de la evolución de la inteligencia, del desarrollo económico y la libertad, hemos puesto una poesía de Juan Ramón Jiménez, hemos dado nuestra opinión sobre el recibo de la luz y su subida, anunciada esta semana, y hemos hablado de lo frustrante que es tomar una decisión cuando hay muchas opciones donde elegir, tomando como ejemplo las ofertas de las tarifas de teléfonos móviles. Un poco de todo. No tenéis más que ir hacia abajo con la rueda del ratón y podéis leer todas esas ideas que han sido las entradas de esta semana que hoy acaba.
El otro dieron una noticia que nos ha resultado curiosa. Un juez admitió en un juicio la propuesta de unas partes de usar como prueba la actividad neurológica del inculpado, mediante la medida de determinadas constantes cerebrales.
El reflejo de patrones psicológicos en las constantes cerebrales y las imágenes que de ellas se obtienen es aún un campo por desarrollar. El conocimiento actual de la actividad cerebral, que usa avances técnicos importante, prácticamente se reduce a la obtención de imágenes que representan el flujo de su actividad en determinados niveles, pero aún no hay un porqué ni una explicación integral a esas imágenes, y menos aún su correlato con el pensamiento.
La noticia que hemos referido no iba acompañada de explicación alguna, ni nosotros la hemos encontrado consultando por ahí, así que hemos de suponer que cuando el Juez admite la prueba es porque hay una relación directa entre el comportamiento, actitud o respuesta del inculpado con el patrón cerebral que produzca, el cual habrá sido ensayado ya suficientemente como para estar totalmente seguro de su correlato psicológico o mental. Poco más podemos añadir de algo de lo que tan poco sabemos. Tan sólo que estamos seguros que con el tiempo ese tipo de pruebas se normalizarán en los juicios, de la misma manera que sucedió primero con las huellas dactilares y más recientemente con el ADN. Estas pruebas no se admitieron durante muchos años, simplemente porque la ciencia debía demostrar unívocamente y con total certeza que, primero las huellas dactilares y después el ADN, no dejaban lugar a dudas sobre su autor.
El futuro nos depara grandes sorpresas, estamos seguros, sólo nos hace falta tiempo para poder verlas, y eso, que le vamos a hacer, y tal vez mejor así, no es algo de lo que dispongamos a nuestro antojo o interés.
Que tengáis una buena semana, esta que entra.
Por Cástor y Pólux.
