FOTOGRAFÍAS.


PULSA AQUÍ PARA VER LA GALERÍA DE FOTOS DE CABECERA.

ENTRADA SUGERIDA:

MIRAR ARRIBA, ADENTRO O ABAJO.

No sé si mirar arriba, adentro o abajo, porque lo que encuentro frente a mí es más de lo mismo, de lo mismo que yo soy quiero decir. ...

sábado, 15 de septiembre de 2012

INTRODUCCIÓN. ORTO Y OCASO, EL TODO Y LAS PARTES. ORFEO BUSCANDO.

Orto y ocaso. El día es una parte de la vida y la representa en sí mismo, conteniéndola, como cada célula es sólo parte de un organismo pero lo representa en su totalidad mediante su código genético, o como el sistema Joviano (Júpiter) con sus múltiples lunas es representación exacta del Sistema Solar que lo contiene, pues se rige por sus mismas leyes. Un todo cada una de cuyas partes lo contiene en su totalidad. La filosofía tradicional se preguntaba ¿cómo puede ser el todo más que la suma de las partes? Las respuestas a lo largo de la historia han sido muchas. Nosotros suscribimos una: la pregunta que lleva a un callejón sin salida es una pregunta mal planteada.

Hoy presentamos una nueva canción de Orfeo, titulada “Buscando”, con una duración de 7 minutos 15 segundos, mucho para el formato convencional, pero es que no pretende ser convencional. Compuesta hace un par de años, según nos cuenta, Orfeo contó con la colaboración de dos voces masculinas y una femenina. Por supuesto que no son voces profesionales, pero a alguna de ellas poco le falta. Y la casualidad ha querido que al correr del tiempo todos los que participaron en aquella canción forman parte hoy del grupo de colaboradores de Obtentalia, aunque en principio, y por prudencia, no diremos quienes son. Está interpretada por el propio Orfeo con guitarras acústica y española y con un teclado electrónico (que ya veréis todo el juego que da).

Normalmente Orfeo compone música sin voces ni letras, pero en ocasiones lo hace, como en esta que presentamos, aunque suelo prevalecer la parte instrumental. La letra es muy corta, se reduce a “Tras de ti buscando voy, tras de ti la verdad que no hay”, repitiéndose una y otra vez, pero no teman, que no aburre. También nosotros desde nuestra atalaya estamos constantemente “buscando”, y “lo que no hay” por un doble sentido, porque aún no lo hemos encontrado o porque tal vez no lo haya. Buscamos conocimiento, pero sospechamos que nunca lo tendremos. Así interpretamos nosotros esa letra. Pero en fin, a cada cual podrá decirle algo distinto. No sabemos qué pensaría Orfeo al escribirla, pero lo que el pensara no debe influir en nuestra interpretación. La obra, una vez presentada, vive de forma independiente a su autor, y de igual forma que la ideas ajenas las hacemos propias, la música ajena también la queremos hacer propia.

El vídeo que da soporte a la canción lo encontraréis tras esta entrada, a golpe de ratón, o en la página “La música de Orfeo”, cuyo enlace lo tenéis en el lateral izquierdo de esta página principal, como siempre decimos.

Mañana publicaremos un comentario de Pólux sobre la rutina, esa compañera en nuestra vida que a veces nos ayuda y a veces nos esclaviza.

Buen fin de semana.

Por Cástor y Pólux.

BUSCANDO, por Orfeo.

"BUSCANDO", por Orfeo.

  Hola, estimados visitantes, hoy os presento esta canción titulada "Buscando". Seguidamente doy una serie de indicaciones sobre ella, su estructura, instrumentación, forma de grabación, etc. Si quieres escucharla directamente ve al final de esta entrada y pon a funcionar el vídeo que le da soporte. Y si te interesa lo que sigue continúa leyendo.

  Musicalmente esta canción no es difícil, más bien de melodía fácil, como también lo es su interpretación. Su inicio, a modo de introducción (recurso que suelo utilizar), tiene claras reminiscencias a uno de los compositores que más me han influido, aunque eso es mera anécdota.

  Las voces pretenden ser un instrumento más, por eso se cuida que no destaquen de una manera especial sobre los demás.

  Tras la introducción, la canción tiene una primera parte donde se suceden voces y punteos de guitarra española. Continúa una segunda parte muy lenta con teclado y guitarra, para volver a retomar el ritmo en una tercera parte hasta el final de la canción, en el que la instrumentación cesa y por un momento suenan sólo las voces. El bajo está ausente en las dos primeras partes.

  En la interpretación usé una guitarra española (generoso regalo de mi familia política) para los punteos, una guitarra acústica (generoso regalo de quien hoy es un colaborador de Obtentalia) para el ritmo, los acordes de fondo de la segunda parte y el punteo que inicia la tercera parte, una flauta (herencia familiar olvidada que hice mía) para un arreglo en la introducción ,  y un teclado electrónico (único instrumento que pagué de mi bolsillo y no sin esfuerzo) para todo lo demás, incluida la percusión.

  Para la grabación usé un software gratuito que se puede encontrar fácilmente en internet, integrado en un programa llamado "Audacity", editor y grabador de audio con suficientes efectos (aunque alguno se le echa en falta). Para no ser profesional se consiguen resultados muy aceptables. Tal vez su mayor limitación resida en conseguir unas buenas mezclas finales en cuanto a intensidad y timbre de los instrumentos (parte del trabajo de mezcla hay que hacerlo de oído). Como apoyo uso una grabadora digital de cuatro pistas de la marca Zoom, que también es un aparato no profesional, como casi todo lo que uso, y que en algunos aspectos complementa el programa Audacity. De hecho la grabadora digital fue el único medio de grabación que usé durante mucho tiempo, hasta que pude disponer de un ordenador con una tarjeta de sonido aceptable para las grabaciones.

  Como podéis ver, no hace falta ni siquiera tener unos medios semi-profesionales para hacer música. Se trata de aprovechar lo que tenemos y de añadir algunos medios que tenemos a nuestro alcance. 

  Como soporte de la canción usamos un vídeo, con unas imágenes de baja calidad con el fin de que el resultado final no tenga demasiado "peso". La música se reproduce a 128 kbps, creo que más que aceptable dadas las limitaciones de internet (no todo el mundo dispone de buenas líneas).

  Toda la música mía que podréis escuchar en Obtentalia está registrada en SafeCreative, otorgándose licencia libre para escucharla, e incluso bajársela para uso propio -aunque no desde esta página-, pero no para distribuirla ni comercializarla. 

  Quiero agradecer a quienes pusieron su voz a la canción el haberlo hecho y especialmente a la dueña de esa dulce voz femenina, hoy también colaboradora de Obtentalia, por la paciencia que tuvo para hacer todas las grabaciones que le pedí, necesarias para la mezcla final de su voz.

  Os dejo con la canción, haciendo hincapié, como siempre, en realizar una buena audición, y en escucharla al menos un par de veces antes de juzgarla (como con cualquier tipo de música). Espero vuestros comentarios.



viernes, 14 de septiembre de 2012

INTRODUCCIÓN. EL CAMBIO Y ORFEO.

Todo parece estar igual que ayer. Quien va a trabajar comparte los mismos horarios que el día anterior y el anterior y así desde hace mucho. Quien no tiene horarios tiene responsabilidades que igualmente no cesan. Nosotros buscamos y buscamos, y poco a poco nos vamos agotando en nuestra búsqueda. Cuando todo parece eternizarse, un día, sin saber bien cómo ni por qué, todo puede cambiar, revolverse, transmutarse, dejar de ser o ser algo distinto.

Cuando tenemos estabilidad deseamos el cambio y viceversa. Eso nos define como seres humanos. Y no es ni bueno ni malo sino todo lo contrario (como diría el chiste). Hemos de centrarnos y tener fortaleza interior para no dejarnos llevar por ese deseo de cambio que responde más a una necesidad psicológica y subjetiva que a una necesidad real, impuesta por el entorno, pues nos podemos ver envueltos en un ir y venir de deseos que nada satisfacen.

Mañana sábado os presentaremos una nueva canción de Orfeo, 7 minutos y 15 segundos de música original que quiere compartir en exclusiva con Obtentalia. Su título es “Buscando”, y por primera vez nos presenta una canción con voces y algo de letra. Por cierto, como curiosidad deciros que las voces son de algunos de los colaboradores de este blog, pero dejemos para mañana la presentación de la canción.

Y el domingo tendremos un nuevo comentario de Pólux, titulado "la rutina". Esperamos que os guste la oferta de fin de semana que os ofrecemos: música y palabras.

Buen viernes.

Por Cástor y Pólux.

jueves, 13 de septiembre de 2012

INTRODUCCIÓN. GENIALIDAD Y MEDIOCRIDAD MUSICAL. ORFEO.


Hoy le cedemos esta introducción a nuestro colaborador Orfeo, de quien, por cierto, publicaremos una nueva canción el sábado. Pero ya hablaremos de eso mañana. Os dejamos con Orfeo.

Cuando uno escribe, o compone o expresa algo, debe tener la humilde convicción de que tiene algo que decir, y que la forma en que lo hace tiene un mínimo de calidad para presentarlo. Si no es así nos estamos engañando a nosotros mismos, ya que no tiene ningún valor, cualquiera podría hacerlo mejor que nosotros. Cuando comparamos nuestra obra con otras tenemos un baremo que nos indica, aunque sólo sea someramente, su calidad.

Después de analizar nuestra obra, la originalidad de lo que expresa, la forma en que lo hace, de compararla con otras, podemos llegar a estar satisfechos de lo que hemos creado. Entonces podremos presentarlo.

Pero resulta frustrante compararse con los “genios”, y llamo genios a los mejores en lo suyo, o al menos a aquéllos cuya calidad quisiéramos tener. En mi caso, después de escuchar algunas canciones de The Beatles, Mike Oldfield, Supertram, Pink Floyd, The Alan Parsons Proyect o The Electric Light Orchestra, por citar a algunos “clásicos” de la música moderna, simplemente me derrumbo, y constato con amargura mis limitaciones para componer. A pesar de ello tengo la osadía de continuar, ¿Por qué? Por que humildemente creo que en el baremo del que antes hablaba tengo un puesto que creo que no es el último, aunque sea una presunción decirlo. Siempre he compuesto por diversión, y ese es un buen motivo para hacerlo, pero no un motivo suficiente para mostrarlo.

Anoche, entre otras obras de arte, escuché la canción “Alfonsina y el mar”, interpretada en la voz por Mercedes Sosa. La música en sí y la capacidad de trasmitir de su voz, como el instrumento principal, me desarman y me desilusionan en mi empeño de componer (a pesar de tener estilos tan dispares). ¡Qué maravilla! ¡Me gustaría tanto tener la capacidad de escribir una canción con esa calidad! Escucharla me maravilla y hace gozar, pero también me muestra mis limitaciones y me hace replantearme qué hago yo intentando componer.

Sólo me cabe decir en mi descargo que si los responsables de Obtentalia quieren publicar mi música allá ellos, no toda la responsabilidad va a ser entonces mía, dicho con todo el cariño hacia ellos. A pesar de todo espero que les guste la canción que este sábado que viene publicarán. Y gracias por haberme dejado poder expresar estas ideas.
  
Por Orfeo.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

INTRODUCCIÓN. AMANECER Y SOLEDAD.


El amanecer de hoy ha transcurrido igual que el de ayer, con un cielo claro e impoluto. La Luna, como ya ayer decíamos, se ha trasladado y ahora Venus y la Luna están en conjunción (muy cerca uno del otro), aunque esa conjunción, dado el rápido movimiento de la Luna, sólo durará un día. Pero el gran triángulo que domina el este celeste al amanecer durará mucho más, pues el movimiento propio de los planetas es mucho más lento que el de la Luna. Dicho triángulo está formado por Venus, más al este, Júpiter, cerca del cénit (el punto más alto de la esfera celeste) y Sirio, alfa de la constelación del Can Mayor, más al sureste, (alfa es la letra griega con la que se designa la estrella más brillante de una constelación, beta la siguiente en brillo y así sucesivamente).

La afluencia de gente en las playas más cercanas a donde tenemos instalada nuestra atalaya ha disminuido en septiembre. La soledad es mayor, pero la nuestra es una soledad deseada, buscada y sólo a veces alcanzada. La soledad no deseada suele ser dolorosa, la nuestra, en cambio, es liberadora, reparadora, inspiradora, clarificadora …

En el fondo, en lo más íntimo y privado, estamos solos, y en esa soledad no todos estamos dispuesto a mirarnos cara a cara por temor a lo que podamos encontrar. Pero no hacerlo nos lleva a no saber quienes somos, a vivir una vida en cierta forma enajenada.

Por Cástor y Pólux.

martes, 11 de septiembre de 2012

INTRODUCCIÓN. EL CIELO DEL AMANECER DESDE NUESTRA ATALAYA. VUESTROS COMENTARIOS.


Hoy ha vuelto a amanecer. Tendremos que volver a vivir este día. Comenzó, como cada mañana, a clarear por el este e imperceptiblemente aumentó y aumentó hasta convertirse en resplandor. “Ya hemos dado otra vuelta montados en la Tierra a una velocidad de vértigo y ni nos hemos mareado”, nos dijo una vez alguien que sabía muy bien de lo que hablaba.

Antes de amanecer el espectáculo celeste nos mostraba una de sus muchas configuraciones, que a quienes las observan se les antojan bella, causales, casuales, casualidades… La naturaleza sólo es y nosotros le ponemos nombres. Allí estaba la Luna, decreciente (algo menos de media Luna), dominando el este. Bajo ella Venus, que alzándose brillante sobre el horizonte anunciaba el inminente amanecer, pues en estos días es astro matutino (también puede ser astro vespertino). Cerca del cénit (el punto más alto de la esfera celeste) Júpiter dominaba el cielo con su brillo majestuoso. Y formando un triángulo con Venus y Júpiter estaba la brillante Sirio, alfa del Can Mayor, constelación siempre cercana al horizonte. Aunque el movimiento propio de la Luna le llevará mañana a estar fuera del triángulo.

Así es nuestro pensamiento, vistiendo la naturaleza de formas, estructuras, belleza, significado, sentimientos… Lo que tal vez no debamos olvidar es que todo eso somos nosotros, lo añadimos nosotros. La naturaleza sólo es, y dentro de ese ser hay una rareza llamada ser humano.

Queremos agradecer la participación de alguien (anónimo) que ha hecho un comentario a la introducción del 29 de julio de este año 2012. Por un lado agradecemos siempre la participación y por otros nos alegra comprobar que se leen entradas más antiguas. Poco a poco se va acumulando contenido en nuestro modesto blog Obtentalia, y no nos gustaría que quedaran en el olvido. Tan sólo queremos decirle a la amable persona que ha comentado dicha entrada que no acabamos de entender bien a qué se refiere cuando dice “pero le faltaron más detalles”. De todas formas gracias por su comentario.

El día ya está aquí, nos ha pillado escribiendo esta introducción desde nuestra atalaya, esta atalaya de recios cimientos pero frágil estructura, que es también vuestra atalaya.

Buen día y buena semana.

Por Cástor y Pólux.

lunes, 10 de septiembre de 2012

INTRODUCCIÓN. LA VIDA QUE NOS LLEVA.

    La foto de hoy de nuestro blog quiere ilustrar el camino que recorremos en la vida, el camino de la felicidad y de la tristeza, el camino de la ilusión y del cansancio, el camino libre e impuesto. ¿En qué medida depende ese camino de nosotros mismos? 

¿Creéis que somos los dueños de nuestras vidas, que decidimos y marcamos los límites del camino que queremos recorrer?, ¿o creéis que nuestras vidas son como hojas que caen en el torrente de un río a las que sólo les queda dejarse llevar por la corriente?


En el fondo nuestra opinión en ese tema, como en tantos, suele tener su origen en nuestra propia experiencia. Quien cambia de rumbo en la vida y hace lo que se propone será de la opinión de que uno decide su camino, y quien no consigue salirse del camino que le marca la vida será de la opinión de que un torrente le lleva y nada puede hacer para oponerse a ello. Pero la cuestión no se reduce a lo que hemos vivido, sino a como la vida de las personas se mediatiza y define desde el carácter que cada una tiene. Hay personas cuyo carácter les ayuda a tomar decisiones drásticas que pueden cambiar el rumbo de sus vidas, y eso les hace creer que sus decisiones marcan el camino de sus vidas, pero hay otras cuyo carácter les dificulta enormemente (e incluso les imposibilita) tomar determinadas decisiones, lo que les lleva a no actuar y a tener la sensación de que la vida decide por ellos.

No se trata, creemos, de que la vida sea de una u otra manera, se trata de si podemos modificar en algo nuestro carácter para hacer aquello que habitualmente no podemos. Cada persona es un mundo y la situación de cada una es perfectamente legítima para actuar como lo hace. Lo que no creemos tan legítimo es aplicar lo que uno cree o hace, a lo que cree o hace otro, es decir, quien siente que maneja su vida porque toma decisiones que cambian su rumbo, no tiene ningún derecho a menospreciar la vida de quien su carácter le impide tomar ese mismo tipo de decisiones. A lo que ellos nos podrán decir que quien no cambia las cosas es porque no sabe o no quiere, porque poder hacerse se puede. Y no les falta razón, pero en última instancia acabamos discutiendo si es posible cambiar o no, modificar en algo o no el carácter. Nosotros simplemente creemos que algunas personas tienen la facultad de hacerlo y otras no, no porque sea imposible, pues quienes lo hacen demuestran que sí lo es, sino porque algo en su carácter se lo impide, lo que es lo mismo que decir que no pueden hacerlo. Ambas posiciones son legítimas y en el fondo nadie tiene culpa de ser como es.

Por Cástor y Pólux.

domingo, 9 de septiembre de 2012

INTRODUCCIÓN. NUESTRA ATALAYA, EL CAMBIO, FILOSOFÍA O CIENCIA Y EL ARGONAUTA.


Hoy publicamos un artículo de El Argonauta, titulado “¿Leyenda urbana?”. Ayer os lo adelantábamos diciendo que “muestra con toques de humor como algo sucedido hace mucho tiempo reaparece al cabo de los años ante su protagonista como si se tratara de un hecho ajeno convertido en leyenda urbana. Mejor no tratar de explicarlo, pues ya lo hace con la calidad a que nos tiene acostumbrados el propio Argonauta”. Seguro que os gustará. Lo podéis leer tras esta introducción y también en su página.


El cielo que nos muestra la foto de la cabecera del blog hoy es el cielo que nos cubre esta mañana, calmo y fresco, que se tornará caluroso pasadas las primeras horas del día, como viene sucediendo últimamente, pero con el alivio de la brisa que trae el frescor del mar.

Acantilados y playas en el sur del Alentejo, Portugal.

   Aún seguimos en nuestra atalaya, en la costa del sur del Alentejo, en tierras lusas, una tierra tranquila, salpicada de pequeños pueblos en los que se respira una tranquilidad difícil de encontrar. La belleza de sus acantilados mirando al Atlántico, salpicados por playas solitarias, atrapa nuestros sentidos y nos impele a volver una y otra vez en busca de los mismos sentimientos que tuvimos la primera vez que los vimos.


  Ninguna ubicación es definitiva, pues es el cambio la esencia misma de la vida, y nuestra atalaya busca el porqué de la vida, su esencia. Nuestra atalaya es vida misma. Queremos entender la vida para entendernos a nosotros mismos, para entender por qué somos capaces de hacer lo que hacemos, por qué somos capaces de lo mejor y de lo peor, o por qué no somos capaces de otras tantas cosas que quisiéramos. Tal vez el conocimiento de esas cuestiones venga más de la mano de la psicología que de la filosofía.

  La psicología da respuestas usando el método científico con ciertas limitaciones, propias de la dificultad de medir el objeto de su estudio, la mente, y la filosofía propone hipótesis usando un método más cercano al tipo de conocimiento que funda la religión que al método científico, obteniendo con ello verdades subjetivas, cuyo valor es de naturaleza muy distinta al de la verdad científica. La filosofía y la religión sobreviven allí donde la ciencia no alcanza. La verdad más cercana a la idea de un dios no es la que proviene de la filosofía o la religión, sino la que proviene de la ciencia, pues es la única verdad "real" desde el punto de vista físico y material, único ámbito que conocemos y en el que también un dios tiene que expresarse. Las verdades de la filosofía y, más aún de la religión, sólo "existen" en el ámbito mental, pues no están sometidas a su contrastación con la "realidad", no tienen un método objetivo de verificación o falsación, por lo que tarde o temprano deberían ser sustituidas por las verdades de la psicología. Si ello sucederá o no es algo que desconocemos porque depende de más factores. No se trata de que la religión no pueda alcanzar una "verdad", sino de que la naturaleza de esa verdad es esencialmente distinta a la verdad científica, y sólo aporta conocimiento a aquél que previamente la acepta bajo la condición de la fe.

  Pero estábamos hablando de nuestra atalaya y del cambio. No sabemos dónde acabaremos, pero eso tampoco importa mucho.

Buen fin de semana.

Por Cástor y Pólux.