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sábado, 23 de febrero de 2013

INTRODUCCIÓN. EL CONCEPTO DEL TIEMPO Y NUESTRA ATALAYA.

Muy buenos días, queridos visitantes. Ya tenemos otro fin de semana que poder disfrutar.

Como ya sabéis durante la semana escribimos una introducción diaria en la que exponemos diversas ideas y sentimientos, para que veáis que nuestro blog está muy vivo. Repasemos esta semana. El lunes Adonis, nuestro nuevo colaborador, habló sobre la tranquilidad y el gusto por leer un buen libro, ilustrando su comentario con una bella foto en blanco y negro. El martes tratamos el tema de cómo percibimos la realidad. El miércoles volvimos sobre uno de los temas más recurrentes en Obtentalia, nuestra atalaya, donde vivimos y desde donde escribimos todos los días en Obtentalia, aislados del mundo y en comunión con nuestro entorno. Desde aquí se ve más y mejor. Si llevas tiempo siguiéndonos sabrás de qué hablamos, si no, síguenos y pronto lo sabrás. El jueves hablamos sobre la necesidad que solemos tener de dejar una huella en la vida, y ayer viernes de uno de nuestros temas favoritos, la astronomía (la astrofísica, la cosmología y, en general, lo que se ha dado en llamar las ciencias del espacio). Nos referimos a lo relativo de las distancias cuando las comparamos a nivel astronómico.

Dentro de nuestra oferta del fin de semana tenemos el artículo que publicamos hoy, escrito por Pólux y titulado "El concepto del tiempo". El tiempo, concepto de difícil definición y más difícil aún conceptualización. Nos da unas ideas de como abordar la comprensión de este concepto, pero a modo de iniciación al tema. Esperamos que se anime en un futuro no muy lejano y siga escribiendo sobre esta tema que nos parece tan interesante. Como siempre lo podéis encontrar tras esta entrada de introducción, en su página "El comentario de Pólux" o en el enlace de los títulos móviles.

Todavía estamos en conversaciones para cerrar una colaboración para mañana domingo. Pero más que de conversación es una cuestión de tiempo. Haremos lo posible para tenerlo dispuesto todo para mañana, aunque no depende exclusivamente de nosotros.

¿Os gusta la foto de hoy de nuestra cabecera? La hicimos el otro día desde nuestra atalaya, justo antes de que comenzaran estos días de mal tiempo. ¿Comprendéis ahora lo que se ve desde aquí?, ¿entendéis la necesidad que tenemos de estar en este lugar? La atalaya, sobre una acantilado que mira directamente al horizonte que forma el océano con el cielo, es nuestra mirada del mundo, nos da la situación de privilegio que necesitamos para ir un poco más allá en la comprensión de nuestra realidad y poderlo después contar aquí, en Obtentalia. Y así también, hemos de buscar cada uno nuestra atalaya. 

Poniendo como ejemplo a uno de nuestros más queridos colaboradores, y salvando las distancias, podríamos decir que así como los viajes, y las experiencias que conllevan, pudieran entenderse como la atalaya que a Argonauta le ha posibilitado tener una mayor comprensión del género humano, de su fortaleza y su flaqueza,  así a nosotros la contemplación del paisaje y su entorno desde nuestra atalaya nos predispone a la meditación, a abrir la mente para una mayor comprensión de las respuestas que buscamos.

Hemos dejado las sugerencias de la semana pasada, pues varias de las que íbamos a poner ya aparecen en el lateral derecho como "Entradas populares de la última semana". Maána procuraremos dejar nuevas sugerencias. Mientras, podéis investigar un poco por ahí, viendo las páginas o a partir del archivo del blog que encontraréis en el lateral izquierdo.

Hasta mañana.

Por Cástor y Pólux.

ARTÍCULO. EL CONCEPTO DEL TIEMPO, por Pólux.


EL CONCEPTO DEL TIEMPO
Por Pólux (23-02-2013)


¿Qué es el tiempo? Miles de definiciones se han dado, algunas muy ocurrentes, pero todas tienen algo en común: que no aclaran nada sobre su naturaleza. ¿Hasta qué punto es real la división que hacemos entre pasado, presente y futuro?

Pareciera que el pasado sólo existe en nuestra memoria, pero la realidad parece rebatir esa idea. Cada cosa en cada momento es el resultado de infinidad de variables, y una de ellas lo sucedido con anterioridad. Un pensamiento es resultado de una elaboración previa, una playa es el resultado de una erosión que ha tenido lugar durante millones de años, una estrella es el resultado de la acreción de un material preexistente. El presente parece que sucede porque antes hubo un pasado, o hablando más propiamente, el presente contiene como efecto causas pasadas. No vamos a debatir aquí las consecuencias metafísicas del binomio causa-efecto, pero hemos de saber que es una discusión previa o complementaria a la del tiempo.

Si interrogantes plantea el pasado, más lo hace el concepto de presente, pues es más complicado “ubicarlo”. Asimilamos el pasado a la memoria, a lo vivido, a la causa que nos ha llevado al estado actual … Pero, ¿a qué asimilamos el presente?, ¿a un instante?, ¿a un punto? ¿Y qué sentido tiene ese instante que tal cual está desaparece para dejar paso al instante posterior?, ¿cuánto dura ese instante? Son malas preguntas, erradas en su sentido, porque no pueden responderse o la respuesta carece de sentido. Suele compararse el presente con un punto que va recorriendo una línea. Lo que queda detrás sería el pasado, el recorrido que aún falta sería el futuro. Pero estos ejemplos son simplificaciones excesivas cuya única validez es la de posibilitar imaginarse el presente.

El futuro, como el pasado, no tenemos muchos problemas en conceptualizarlo, no hay más que anticipar la “ubicación” del pasado. Pero así como parece que del pasado y del presente tenemos una “experiencia” directa, del futuro no es así, no sabemos que va a suceder hasta que lo hace. No se ha descubierto una ley, ni tenemos una teoría acerca del tiempo. Parece haber consenso en que es unidireccional, en que es inviolable que apunta siempre hacia el futuro. Pero en realidad sólo tenemos la experiencia de que, hasta ahora, siempre ha sido así. ¿Qué nos garantiza que a partir de mañana, o de dentro de tres horas, no deje de transcurrir el tiempo como ahora lo hace? Nada. El desconocimiento hace posible las cosas, y es eso lo que nos sucede con el tiempo. Sabemos tan poco que todo parece posible.

Generalmente no podemos hablar de espacio y de tiempo de forma independiente, ya nos lo enseñó ese genio llamado Albert Einstein. Eso nos da una pista sobre la naturaleza especial del tiempo, nos dice que estamos equivocados cuando pensamos en el tiempo de forma tradicional, como si de algo independiente se tratara.

Tendemos a conceptualizar todas las ideas, y a intentar objetivar todos los conceptos, y ello por la razón a la que acudimos tan a menudo, porque es la forma en la que nuestra mente aprehende la realidad. Y hay conceptos, como el de tiempo, que tal vez no puedan conceptualizarse, que tal vez no obedezcan a las leyes de nuestra comprensión, que tal vez no sean más que una ilusión de nuestra percepción.

Por otra parte, parece claro que el tiempo es sinónimo de cambio y de movimiento, pues apreciamos el paso del tiempo por los cambios que tienen lugar en las cosas. ¿Cómo sabríamos que transcurre el tiempo si todo fuera estático e igual, si el universo no se moviera, ni lo hicieran las manillas del reloj, si de pronto todo se quedara parado?

De hecho cuando se paran las manillas del reloj no decimos que el tiempo se ha parado, sino que el reloj es el que se ha parado,  porque seguimos observando cambios, movimientos en las cosas que lo rodean  en nosotros mismos. Y el movimiento es energía, en el más puro sentido físico de la palabra energía. Parece que el tiempo fluye porque también fluye el mundo. Si no hubiera nada susceptible de cambiar, no habría cambio, no habría energía.

En definitiva, ¿cuál es la naturaleza del tiempo? ¿Existe realmente el tiempo o es una consecuencia de la forma en que nuestra mente aprehende y se comunica con la realidad? No podemos quitar de un plumazo el concepto de tiempo, pues está implícito (y también de forma explícita) en nuestra concepción del mundo, por más que se escape a la racionalización de nuestra mente.

No he pretendido aquí estudiar la naturaleza del tiempo, ni sus implicaciones filosóficas, sólo referir que se trata de un concepto de difícil definición y comprensión, lo que nos lleva a poner en duda, a veces, su existencia real. Pero poner eso en duda tiene también otras implicaciones y consecuencias poco admisibles. Está claro que habrá que volver sobre este tema con argumentos y presupuestos más elaborados. No es fácil arrojar luz sobre la disyuntiva entre entender el tiempo como una realidad física o como una ilusión de nuestro entendimiento. Mientras tanto, dejemos pasar el tiempo …

viernes, 22 de febrero de 2013

INTRODUCCIÓN. DISTANCIAS RELATIVAS.

¡Qué impresionantes son las vistas de La Tierra, nuestro mundo, desde la alta atmósfera o desde el espacio!, desde ese cielo que entre las nubes vemos en la foto de cabecera de hoy de nuestro blog. Nos da una idea de nuestra pequeñez e insignificancia comparados con el cosmos en su conjunto. Más pequeñez que insignificancia, pues la importancia de nuestra especie se medirá por los logros que pueda obtener.

Hablamos de fotos realizadas desde el espacio, con lo vasto que es éste, cuando en realidad están hechas desde muy cerca teniendo en cuenta las dimensiones del Sistema Solar.

La estación espacial y los satélites artificiales están prácticamente pegados a nuestro planeta, ¡y nos parecen tan lejos! Están a 30 ó 50 kilómetros de altura, e incluso más. Pero, ¿qué es eso comparado con la distancia media a la que está la Luna de casi 400.000 kilómetros? Y la luna es nuestra vecina cercana comparada con los planetas. Y no digamos ya el Sistema Solar comparado con la distancia a la estrella más cercana, para cuya distancia los kilómetros dejan de servir como sistema de medida, teniendo que usar como tal la distancia que recorre la luz en una año –el año luz- (en un segundo recorre casi 300.000 kilómetros).

La estrella más cercana está a algo más de 4 años luz. Su luz, por tanto, tarda más de 4 años en llegar hasta nosotros. Como comparativa, la luz tarda poco más de 8 minutos en llegar desde el Sol a la Tierra. Y no hablemos ya de la distancia a otras galaxias. La distancia a las más cercana la medimos en millones de años luz (Su luz tarda millones de años en llegar hasta nosotros).

¡Qué  relativo se vuelve todo cuando observamos o sólo imaginamos el cosmos en su conjunto!

Por Cástor y Pólux.

jueves, 21 de febrero de 2013

INTRODUCCIÓN. HUELLAS.

En la foto de cabecera de hoy vemos parcialmente una duna, con las típicas líneas que el viento moldea con acierto en su superficie. Ésta aparece sin otras marcas que señalen un camino a seguir. Algún animal la transitará y dejará sus huellas por un breve espacio de tiempo, el que tarde el viento en borrarlas.

¿Por qué sin embargo nosotros tenemos el ansia de que nuestras huellas perduren? Abrimos constantemente caminos cada vez que tomamos decisiones o iniciamos proyectos, e incluso cuando decidimos no hacer nada. Porque cada acto determina de forma ineludible los siguientes.

A veces no somos conscientes de ello, y creemos que sólo las personas que hacen grandes cosas marcan un camino y dejan su huella. Son, tal vez más visibles, pero para cada uno sus decisiones son grandes decisiones. Uno mismo es el más importante de su vida. Pero si no creemos en nosotros mismos, ¿por qué habrían de hacerlo los demás?

Pero el tiempo pasará y ¿dónde quedarán nuestras huellas? ¿Y las grandes huellas? Las grandes en la historia, pero en la historia de los vivos. Quienes las dejaron no lo saben.

Por Castor y Pólux.

miércoles, 20 de febrero de 2013

INTRODUCCIÓN. NUESTRA ATALAYA Y SUS RAZONES.

Llueve por estos lares. En nuestra atalaya se filtra el agua por pequeños resquicios. También lo hace el sol en verano un poco, y el viento siempre que corre. Y hasta el salitre cuando sopla la brisa marina encarando el acantilado en el que está anclada la atalaya.

Y así debe ser. Cada parte de nosotros se nutre de los elementos que nos rodean, de las fuerzas de la naturaleza que nos influyen. Así también nos nutrimos y crecemos con las ideas, pensamientos, emociones y deseos que nos influyen en la vida. Por eso nuestra atalaya es (y debe ser) traslúcida a su entorno, parte de él, y nosotros por ende.

Un día invitaremos a la atalaya a nuestro nuevo colaborador Adonis, para que sienta en su rostro el frescor del viento que nos despierta del letargo que la monotonía de la vida nos induce. Seguro que ya lo ha sentido, pero nos gustaría compartir con él, y con todos vosotros, la perspectiva que la altura de la atalaya proporciona, compartir la razón que nos llevó y nos mantiene aquí, aislados, buscando, siempre buscando.

Somos esclavos de nuestra mente, que nos somete sin remisión a sus dictados, a sus reglas. No queremos escapar de esa esclavitud, pues aprendimos hace tiempo que no es posible, pero sí comprender esas reglas para llegar a entender porqué somos como somos. Buscando, siempre buscando. No hay otra posibilidad.

Por Cástor y Pólux.

martes, 19 de febrero de 2013

INTRODUCCIÓN. SOMOS LO QUE PERCIBIMOS.

¿Os gustó la introducción de ayer de Adonis? ¿Y su foto? Seguro que sí.

Su foto en blanco y negro (podéis verla en la entrada de ayer, o pulsando aquí) nos dio que pensar. Captó la realidad en blanco y negro. Podemos pensar en principio que la realidad no es así. ¿Cómo es entonces? Pensaríamos que en color. ¿Seguro? La realidad es lo que captamos de ella, y la captamos en los colores que vemos por que son los únicos sensibles a nuestros ojos.

Ciertamente la realidad no es en blanco y negro, pero tampoco es de los colores que percibimos. Sabemos que el espectro electromagnético que capta como colores nuestros ojos es mucho más amplio. ¿Qué sucede con lo que no vemos? Existe porque sabemos que existe. Pero antes de saberlo, antes del progreso científico que nos llevó a ese conocimiento, no existía para nosotros. Y si tenía efectos sobre nosotros (como la radiación que nos quema la piel en verano cuanto nos exponemos demasiado al sol) no sabíamos interpretarlo. Se recurría a lo mágico o a la religión para dar sentido a lo inexplicable.

Ahora nos sucede lo mismo. Hay cosas que aún no conocemos, que ni siquiera intuimos porque no percibimos sus efectos o no sabemos interpretarlos.

Volvamos a preguntarnos, ¿cómo es la realidad? Sólo sabemos cómo vemos nosotros la realidad, y que vivimos con la imagen que nuestro cerebro elabora de ella a partir de los datos de que dispone. Somos animales bien adaptados a su entorno, pero sólo eso, adaptados a lo que percibimos. Lo que está más allá no forma parte de nosotros, al menos mientras no seamos conscientes de que está ahí.

Por Cástor y Pólux.

lunes, 18 de febrero de 2013

INTRODUCCIÓN. TRANQUILA LECTURA.


Fotografía realizada por Adonis (pulsar en la foto para agrandarla)

Pocos son los que disfrutan hoy de una placentera y tranquila lectura.

Se tiende a llenar el tiempo libre de actividades físicas excesivas o a sentarse a ver la tele. Vivimos a un ritmo desenfrenado y nos ocupamos en un sin fin de actividades impuestas y muy pocos momentos de tranquilidad, para disfrutar de un sereno tiempo de lectura, siendo nuestros ojos quienes acaricien lentamente cada página y cada letra que leemos.

Leer en un parque rodeado de naranjos, solo con el sonido de los pájaros o de algún niño jugando, o en el sofá de nuestra casa tomando un café, provoca nuestra imaginación, nos distrae, relaja y hasta nos puede regalar una sonrisa.

Tomemos un ritmo distinto. Seguro que nos viene bien incorporar en nuestras horas el placer de tranquilizarnos y relajarnos, con la ayuda de las letras, con el contenido de un buen libro.

Por Adonis.

domingo, 17 de febrero de 2013

INTRODUCCIÓN. FOTO, ADONIS, NUEVO COLABORADOR Y ARTE EN BLANCO Y NEGRO.

¿Os gusta la foto de hoy? El cielo y la naturaleza mezclados con los símbolos actuales de la transformación que produce el ser humano. A la izquierda árboles mezclados con antenas de televisión, como si convivieran en perfecta armonía arraigados al mismo suelo. En el centro unos pájaros revolotean entre la imagen en perspectiva de los cables que sujetan una antena en primer plano (que no se ve), y las nubes del atardecer coronando  la vista. Tenemos una disyuntiva entre nuestro origen y nuestra necesidad de modificar el entorno, que resolvemos lléndonos el fin de semana al campo y volviendo luego a casa,  a sentarnos plácidamente en el salón.

Ya es domingo. Llegó una vez más, se hizo presente, y por tanto, será pasado. ¡El tiempo!, concepto extraño e indefinible.

No hablaremos ahora de ese concepto "tiempo", que tanto se presta para ejercitar la razón y la lógica, precisamente dos de las herramientas con las que no conseguimos avanzar en su comprensión, aunque pocas más nos quedan. Estamos tentados y no nos faltan ganas de hablar del tiempo, pero lo dejaremos para otro día, pues hoy vamos a dar la bienvenida a un nuevo colaborador de Obtentalia. Hace años, muchos años, que le conocemos, pero las circunstancias no favorecieron que formara inicialmente parte del proyecto creativo de Obtentalia. No importa, bien está lo que bien acaba, dice el refrán. Pues ese es su caso. Las circunstancias han sido también las que nos lo han traído.

Su nombre, siguiendo nuestra tradición de adoptarlos de la mitología griega, es ADONIS, dios eternamente joven que simbolizaba la muerte y que marca los cambios de estación. Su reencuentro con Afrodita en el tiempo marca el inicio de la primavera y el reverdecer de la naturaleza, mientras que su regreso al Inframundo con Perséfone promueve el estreno del otoño y el inicio del invierno.

En nuestro anhelo de transcender nuestras vidas humanas y comprender algo más de este mundo, nos ponemos nombres de dioses, aunque conscientes del juego de representar más lo que deseamos que lo que somos. Pero Obtentalia es nuestra creación, la de todos los que leéis esto, y es un mundo virtual que nos permite ese juego.

Adonis iniciará poco a poco su andadura en Obtentalia, sin prisas, tranquilo, disfrutando, tomándose su tiempo, como a todos nos gustaría hacer las cosas. De hecho su primera colaboración trata sobre eso, sobre la tranquilidad y sobre tomar un ritmo más pausado, lejos de la prisas y el estrés. Su primera colaboración la podréis ver mañana lunes, pues se trata de una introducción. Ya sabéis que nosotros llamamos introducciones a las entradas diarias en la que volcamos alguna idea en dos o tres párrafos. Pues nuestro amigo ADONIS va a comenzar su colaboración con una introducción titulada "Tranquila Lectura".

Pero irá más allá. Es también un gran entendido y aficionado a la fotografía, y tendremos la suerte de que comparta amablemente en Obtentalia algunas de esas estupendas fotografías que hace, con lo que esperamos poder mejorar la calidad artística de las fotografías de la cabecera de nuestro blog. Además ya sabréis cuando la foto de es Adonis y no nuestra (de quienes os escriben esta introducción), pues lo haremos constar. Mañana mismo os recomendamos que no dejéis de ver la foto que acompañará su introducción, en blanco y negro, toda una delicia que muestra la esencia de lo que expresa en el texto que ha escrito. Fotografía y texto se funden en una simbiosis perfecta.

No hay duda de que ADONIS es un buen fotógrafo. Pero, ¿qué hace tan interesante y especial una fotografía en blanco y negro? ¿Por qué muchas de las fotografías que están consideradas una obra de arte están realizadas en blanco y negro? Creemos que la respuesta está en lo que consideramos que es el arte.

Ya hemos hablado en ocasiones de nuestra concepción del arte. No es una mera copia de la realidad. El arte es una representación de la realidad que lleva implícito un mensaje que va más allá y trasciende esa realidad. Por tanto es una realidad modificada, pero no de cualquier forma. La modificación introducida en la representación es un valor añadido que ha de ser descubierto por el observador, es un mensaje que provoca la emoción y el sentimiento. Esa emoción tiene el mismo origen se trate de poseía, pintura, música o cualquier otra expresión de arte.

Una fotografía en blanco y negro lleva inherente una modificación de la realidad, la modificación del color, lo que le permite más fácilmente que a una fotografía en color establecer la diferencia con la realidad. Después, llenar de contenido esa diferencia con una mensaje que determine si será una buena fotografía o una obra de arte, es habilidad del fotógrafo. Y sinceramente creemos que Adonis tiene esa habilidad. Pero ya juzgaréis vosotros mismos.

Le deseamos desde aquí a ADONIS una feliz y fructífera colaboración en OBTENTALIA. Las ideas que vierta se convertirán en nuestras ideas, sus fotos se convertirán en imágenes interiorizadas en nuestra mente, y nos enriqueceremos mutuamente. Ya sabéis que en realidad en Obtentalia nos dedicamos al vampirismo, pues somos vampiros de ideas, vivimos de las ideas, las nuestras y la ajenas, y ahora también de las de ADONIS, como lo hacemos ya con las de Argonauta, Cástor, Pólux o la música de Orfeo. Somos, en parte, lo que ellos mismos son y nos muestran.

Recordaros que ayer Prometeo dejó su opinión sobre la película de terror "Mamá", recientemente estrenada en cines. A él no le gusta hablar de crítica, pues no se considera crítico, y dice no tener conocimientos para ello. Tan sólo opina sobre una película según sus gustos. En cualquier caso siempre merece la pena leer su opinión.

Esperamos que paséis un buen domingo y que os distraiga el paseo por Obtentalia. Y si tememos al lunes, ¡ánimo!, hemos de poder nosotros con él y no al revés. Si nos lo proponemos y tenemos una buena razón para ello podemos superarnos ¿Y no vamos a superar al lunes si tenemos un buen motivo para ello? Si no lo tenéis a mano buscadlo, porque antes de lo que creéis tendréis un buen motivo para remover el mundo. Tenemos las ganas, tenemos el motivo, y ya sólo falta el medio. Conseguir éste depende de la motivación.

Como veis, hoy no tenemos artículo por publicar, pero la introducción nos ha salido casi como uno.

Hasta mañana lunes, que tendréis una cita con la introducción de Adonis ... si llega el tren que nos traiga al nuevo día.

Por Cástor y Pólux.