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No sé si mirar arriba, adentro o abajo, porque lo que encuentro frente a mí es más de lo mismo, de lo mismo que yo soy quiero decir. ...

sábado, 2 de marzo de 2013

INTRODUCCIÓN. LA FOTOGRAFÍA Y LA PASTILLA.

Bienvenidos otro fin de semana, y además con un nuevo mes, el de marzo. Como sigue corriendo el tiempo a pesar de nuestros esfuerzos por contenerlo. Aunque más bien el esfuerzo debiera ser por dejarlo fluir. Eso haremos, dejarlo pasar e intentar aprovecharlo. Queramos o no va a pasar y se va a ir. Ya sabemos, lo inevitable no es un problema, y si lo parece es que hacemos un mal planteamiento. Sólo es lo que creemos.

Impresionante la fotografía de Adonis, y es sólo una muestra de lo que nos tiene preparado. Hoy merece la pena pasear por Obtentalia nada más que para degustarla, para dejarse impresionar y hacer volar la imaginación con su certera mirada. Cuando hayamos puesto más fotos de Adonis tendremos que hacer una galería con sus fotos. Pero cuidaremos que tengan buena calidad, aunque ya sabéis lo reñida que está la velocidad en internet con la calidad. Aunque con las fotografías de Adonis merecerá la pena que nuestros técnicos hagan un esfuerzo.

Pero hay merecer la pena pasear por Obtentalia por otra razón. Tenemos un nuevo artículo de Pólux en su más puro estilo, entre academicista y existencial, planteando cuestiones en la raíz misma de la persona, buscando fundamentos y muchas veces planteando más preguntas que respuestas. Hoy nos hará pensar su artículo "La pastilla", que encontraréis tras esta entrada, en su página correspondiente, "El comentario de Pólux", o en el enlace de los títulos móviles.

Mañana os propondremos nuevas sugerencias. Esperamos que paséis un buen fin de semana, y sólo os pedimos un poquito de ese tiempo para nosotros, para que mañana, como hoy, vayáis poco a poco descubriendo todos los contenidos que tenemos y que vamos incrementando día a día. Ya sabéis que a diario tenemos una introducción y una foto de cabecera nueva siempre sugerente, que ya por sí misma hace que merezca la pena pasarse por Obtentalia. Tenemos muchos proyectos aunque muy poco tiempo para desarrollarlos, pero poco a poco irán viendo la luz.

Hasta mañana, y feliz paseo por Obtentalia.

Por Cástor y Pólux.

ARTÍCULO. "LA PASTILLA", por Pólux.

 LA PASTILLA
Por Pólux (02-03-2013)



Imaginemos que se nos ofrece una pastilla muy particular, capaz de producir durante unas horas una especie de euforia que mejorase nuestro ánimo y nuestra disposición para con los demás y para con nosotros mismos, capaz de facilitarnos durante ese tiempo una visión positiva de los problemas que nos rodean, y por tanto capaz de influir en nuestra respuesta a esos problemas, haciéndola más acorde a lo que nosotros mismos siempre hemos deseado. En definitiva, capaz de hacernos sentir mejor. ¿Nos la tomaríamos o tendríamos algún recelo en hacerlo?   

Tal recelo podría surgir al pensar que los efectos producidos por la pastilla fueran en realidad una manipulación de mi conciencia, como si de una droga se tratara. Pero, dadas sus connotaciones negativas, olvidemos por un momento la palabra droga.

Yo la tomaría, porque en principio no parece que los efectos de la pastilla, tal como los he descrito, produzcan un estado alterado de mi personalidad o conciencia, más bien parecen el refuerzo de una faceta de tal personalidad o conciencia. ¿Realmente es así? El reparo que pudiera sentir por el hecho de que se tratara de un estado alterado vendría dado, al menos en gran parte, porque lo alterado no es un desarrollo consecuente con lo auténtico, sino un desarrollo desarraigado de lo auténtico (esta es la connotación de la palabra droga a que antes me refería). Lo alterado lo entiendo como un estado distinto y distante de lo original. Yo no quiero dejar de ser yo mismo, por ello no quiero un estado alterado de mí (sólo lo querría si yo no me gustara y quisiera ser de otra forma). En realidad lo que quiero es potenciar lo positivo que creo que ya hay en mí pero que no siempre aflora como me gustaría, es decir, lo que quiero producir en mí con la pastilla es lo mismo que pretende producir, a grandes rasgos, la psicología (sólo que ésta requiere esfuerzo y aquélla me lo produce casi sin esfuerzo). Pudiera parecer una diferencia que la psicología puede producir efectos más o menos permanentes (en el mejor de los casos) y la pastilla no, pero una toma continuada de ésta disipa la diferencia. En lo demás ambos procedimientos (psicología y pastilla) pretenden lo mismo, mejorar aspectos de mi personalidad y de mi conciencia.

¿Tal vez la pastilla nos parezca un medio menos “natural”? ¿Por qué? La psicología actúa en nuestra psique (mente, conciencia) y la pastilla en nuestro cuerpo. Pero, ¿realmente podemos separar claramente esos dos aspectos (psique y cuerpo) de nuestra persona? Creo que la única separación justificada entre dichos aspectos es la pedagógica, aunque no sé hasta qué punto es válida. Son sólo dos manifestaciones de lo mismo, de forma que afectar uno de esos aspectos es afectar al otro.

Nuestra tradición filosófica nos ha acostumbrado a pensar en la dicotomía psique-cuerpo porque ha bebido directamente del Cristianismo. El cuerpo, lo material, lo perecedero, lo imperfecto, lo vehicular, frente a la psique, lo inmaterial, el alma, lo imperecedero, lo que nos hace humanos, lo esencial. Esta mera distinción ya alude y presupone la aceptación de lo trascendente, pero creo que esto puede entenderse de dos maneras. Una es la concepción de lo trascendente como lo más allá, algo externo de lo que podemos participar, es decir, la concepción religiosa de la vida más allá. Otra es la concepción de lo trascendente como lo que va más allá de lo puramente material pero sin llegar a una idea externa a nosotros, es decir, lo trascendente sería el propio pensamiento, la psique, aquello de nosotros que no es puramente material y trasciende a la materia, pero a la que está íntimamente ligado. La primera concepción distingue claramente entre cuerpo y alma, y esa distinción en sí misma es parte de su esencia. La segunda concepción hace una distinción operativa del cuerpo y la psique, porque nos ayuda a entender y explicar la realidad desde este punto de vista, pero no es una diferencia real ni esencial, simplemente porque esa diferencia no existe. No quiero con ello decir que no pueda hablarse como distintos de lo puramente material y de la representación puramente mental, pero se integran en una sola y única realidad, la existencia, no pudiendo concebirse un aspecto sin el otro.

Adoptemos la concepción que adoptemos nuestra pastilla influye en la parte psíquica de nosotros. Pero no es éste el momento de desarrollar la discusión mente-cuerpo, que debiera ocupar un capítulo aparte.

¿Y si tomar la pastilla me produjera secundariamente algún efecto negativo, digamos de escasa importancia?, ¿la tomaría?

¿Podría llamarse dependencia a la necesidad de tomar la pastilla de forma continuada para mejorar mi carácter, como hemos visto, e incluso como profilaxis psicológica? ¿De verdad pondríamos reparos a tomar la pastilla? Nos llevamos toda la vida queriendo ser quienes deseamos, e incluso a veces luchamos por ello contra nosotros mismos. Y cuando lo conseguimos nos sentimos mejor. En el caso de que sintamos algún reparo en tomar la pastilla, pensemos de verdad, reflexionemos, ¿por qué ese reparo?, ¿acaso no es el desarrollo humano actual una carrera por mejorar con ayuda de la técnica?, ¿por qué es menos lícito lo que me produce la pastilla que el bienestar que me crea una calefacción en invierno?, ¿acaso esa calefacción no redunda en bienestar físico y psíquico?

Pero no nos engañemos, una pastilla así no nos va a hacer mejores personas. Podrá sacar lo mejor que haya en nosotros, y hacerlo más visible, más patente y más continuado, pero jamás sacará lo que no hay, pues si lo hiciera dejaría de ser una pastilla y se convertiría en una droga en el más cruel de los sentidos.

Ahora confieso que yo tomo mi pastilla todos los días dos veces y jamás se me olvida, pues cuando he dejado de tomarla he vuelto a probar el amargor de lo peor de mí mismo, y no es que esa faceta desaparezca con la pastilla, pero al menos me ayuda a contenerla. ¿Y tú?, ¿tomas tu pastilla?, ¿aún no sabes cuál es? Busca, la puedes encontrar en muchos sitios y de muchas formas, y a lo mejor tienes la suerte que tuve yo, que la encontré de la forma más cómoda de tomar: un comprimido con un sorbo de agua.

viernes, 1 de marzo de 2013

INTRODUCCIÓN. SERES EXTRAÑOS.

Nos reíamos ayer recordando la anécdota de la bicicleta y las abejas que contábamos aquí el otro día. Y nos reíamos más porque lo recordábamos con la protagonista de suceso. ¡En fin!, ¡qué cosas pasan!

¿Qué os sugiere la fotografía de hoy? Bien pudiera estar hecha desde nuestra atalaya. Al fondo la civilización, no sabría uno decir si como un gueto entre la naturaleza o como una isla privilegiada que se alza entre naturaleza que le rodea.

¿Qué somos en realidad?, ¿qué construimos?, ¿ciudades?, ¿ciudades de qué?

Extraños seres los humanos, rareza entre las rarezas, diferente entre lo diferente, ¿o no?

Ya tenemos hoy materia para meditar en nuestra atalaya.

Por Cástor y Pólux.

jueves, 28 de febrero de 2013

INTRODUCCIÓN. ADONIS, DÍA DE ANDALUCÍA, IDENTIDAD PROPIA Y NUESTRO TREN.

Hoy es 28 de febrero, día de Andalucía y fiesta en esa Comunidad Autónoma, lugar de nacimiento de muchos de nosotros.

Fotografía de Adonis.
Nosotros lo vamos a celebrar en Obtentalia con un pequeño gesto, poniendo en la cabecera de hoy del blog una fotografía de la capital andaluza, realizada por nuestro colaborador Adonis, entre otras otras cosas el especialista en fotografía de Obtentalia. Pero le tenemos que pedir disculpas porque no hemos conseguido que la fotografía sea un fiel reflejo del original que nos envió, pues en su transformación para adecuarla al formato del blog ha perdido más resolución de la que nos hubiera gustado, pero no hemos tenido tiempo suficiente para utilizar herramientas más específicas para haberlo conseguido. A pesar de eso nos ha parecido muy interesante ponerla porque es una bella estampa de Sevilla. La Torre del Oro en primer plano, al pié del río Guadalquivir,  hacia la izquierda, entre ésta y la grúa del fondo se aprecia el teatro de La Maestranza, y hacia la derecha, asomando entre los árboles, vemos asomarse a La Giralda. No hay duda de que Adonis ha hecho un buen trabajo con esta fotografía, y para compensarlo acompañamos esta introducción con la foto original, toda una delicia y un regocijo para la vista y la mente.



Parece un tópico aquello de que Andalucía es tierra de mezcla de culturas y pueblos, pero no lo es. Entre las señas de identidad de Andalucía está la falta de una idea común, enraizada en el sentir más popular, de identidad propia y diferenciada. Ello es consecuencia de esa mezcla, que nos ha hecho un pueblo abierto y que a la vez ha impedido que sentimientos nacionalistas arraiguen con fuerza.

Hace ya muchos años, mucho antes de las actuales polémicas políticas de los dirigentes catalanes con el idioma y la independencia, o al menos con la reivindicación de lo que entienden que le es propio, fuimos por motivos de trabajo por primera vez a Barcelona. Impresiona ver por primera vez una gran ciudad como Barcelona, tan inmensa y cosmopolita, pero lo que verdaderamente nos impresionó fue un sentimiento totalmente desconocido para nosotros que se respiraba en el ambiente, que formaba parte de la idiosincrasia de ese pueblo. No sabemos explicarlo mejor, pero allí se respiraba un espíritu de pertenencia a aquél lugar, de identidad propia, que jamás sentimos en  Andalucía.

Aquél primer choque cultural nos hizo comprender mejor nuestra situación e identidad como pueblo. No se trata de que a nosotros nos falte algo que otros tienen, no, se trata de que nuestra seña de identidad es otra, el resultado de la evolución histórica, es decir, el mismo proceso que llevó a su propia seña de identidad al pueblo catalán.

La evolución histórica es un proceso natural, es simplemente la definición de que un pueblo es la consecuencia de todo aquello que le ha sucedido, sea bueno, malo, impuesto o no impuesto.

No hay pueblos mejores y peores, sólo hay pueblos distintos, tal como somos nosotros individualmente. Parece que ese es uno de esos principios básicos de la vida, tan básico que a veces hay que recordarlo para que no se olvide. ¿Y cómo se pueden olvidar cosas tan básicas? Porque se dan por hecho, tanto que dejan de pensarse y acaban por olvidarse.

Gracias por vuestra visita y hasta mañana. Aquí estaremos un día más si podemos tomar el tren que, hasta ahora, ha pasado todos los días de nuestra vida por la puerta. Aunque no podemos saber si al día siguiente, tal como lo ha hecho durante tantos años, volverá a pasar. Cada día es una lotería, una novedad, un regalo. Por eso es sólo nuestro deseo de estar aquí mañana lo que podemos mostrar, sólo eso. Veremos si puede ser.

Por Cástor y Pólux.

miércoles, 27 de febrero de 2013

INTRODUCCIÓN. LAS ABEJAS Y EL HALAGO.

"Recuerdo aquella mañana soleada de verano en la costa onubense. Habíamos salido a dar un largo paseo en bicicleta. Nos dirigimos a una zona sombreada de pinos y eucaliptos, que en invierno se convertía en un humedal cuando la lluvia arreciaba.

No era la primera vez que íbamos por allí. Recuerdo lo que de lejos parecían unas cajas de color claro. En realidad eran panales, y sabíamos que estaban allí, pero siempre pasábamos sigilosamente a una distancia prudencial. A veces se escuchaba el zumbido combinado de las miles de abejas que debía haber.

Esa mañana vi un hombre entre las cajas, ataviado con esa extraña vestimenta que les protege de las picaduras. Pasamos sin problemas, pero a la vuelta la situación varió. Habíamos pasado ya la altura de las cajas cuando de pronto sentí un fuerte picotazo. Ella, que venía detrás mía, me dijo al momento que algo le había picado. En un momento nos vimos rodeados de abejas.

Lo mejor era salir de allí cuanto antes,  y aumentar la marcha de las bicicletas era lo mejor. Así que mientras empujaba con fuerza los pedales y sentía un nuevo picotazo en la espalda le dije a ella: "corre, corre, sal corriendo". En ese momento miré hacia atrás sin dar crédito a lo que veía. Ella, interpretando mis palabras en toda su literalidad, se había bajado de la bicicleta, la había dejado tirada en el camino y venía corriendo hacia mí rodeada de abejas.

Le grité que corriera pero con la bicicleta. Se volvió, se montó y empezó a pedalear hacia mí.

Finalmente nos volvimos a casa sin más ganas de paseo, yo con tres o cuatro picotazos y ella con cinco o seis, si no más. A veces pienso que pocos picotazos fueron para las abejas que había.

Luego me explicaba que era tal la confianza  y la seguridad que tenía en mí, que a pesar de las abejas, al escuchar que le dije que saliera corriendo ella lo hizo. Y es que hasta unos picotazos de abeja pueden convertirse en un halago, aunque por otro lado me sentí responsable de su decisión de bajarse de la bicicleta."

Por Cástor y Pólux.

martes, 26 de febrero de 2013

INTRODUCCIÓN. POLÍTICA LOCAL Y FALTA DE VERGÜENZA.

A veces se quejan los políticos de que el pueblo no está cerca de las Instituciones, no participa y se integra en ellas, sobre todo en las Corporaciones Locales. En las ciudades, grandes y pequeñas, dicen que están a nuestro servicio y que sus cargos están ahí para y por nosotros.

Un día tendríamos que hablar bien claro de lo que entienden por estar a nuestro servicio. Hay que ser hipócrita y tener tragaderas para decírnoslo a la cara, como si se lo creyesen.

No vamos a negar que tramposos y gente con mala intención las hay en todos los sectores de la vida. Va con la condición humana. Y en la política local también. Pero no hablamos de esos personajes. Hablamos de quienes, con una mente obtusa, se suben al cargo y se emborrachan de poder, de los que creen que ellos están para organizar y decidir y los demás para cumplir esas decisiones.

En las Corporaciones Locales e Instituciones adyacentes estamos en manos de mediocres. Y lo peor no es eso, pues no todos podemos ser un número uno, sino que se crean que no lo son. El poder, aún en pequeñas dosis, es una droga que nubla la visión de uno mismo.

Aguantamos una vez, y otra, y nos decimos que tenemos lo que nos merecemos, que por desgracia es cierto y lo peor.

Si un día contáramos con pelos y señales ... Íbamos a decir que se les caería la cara de vergüenza, pero no, por desgracia ni siquiera sentirán vergüenza, pensarán, como hacen siempre, que quien se les pone en contra es por que no entiende. Vamos, que los ignorantes somos nosotros.

Tal vez algún día contemos algo ... Pero sin enfrentamientos. Ése no es nuestro estilo, dejemos que sea el de otros si ellos quieren.

Por Cástor y Pólux.

lunes, 25 de febrero de 2013

INTRODUCCIÓN. REALIDAD E IGNORANCIA.

¿Cuántas caras tiene la realidad? o ¿de cuántas formas percibimos la realidad?

No es lo mismo ver la fotografía de un paisaje que observar ese paisaje desde la ventanilla de un tren en movimiento, o desde una avioneta a 200 metros de altura. No sólo es una cuestión de perspectiva. La percepción cambia aún siendo conscientes de que el objeto percibido no lo hace.

Posteriormente la elaboración mental de la realidad produce una "imagen" que es interpretación de esa realidad. Parece evidente que un nexo de unión debe existir con la realidad para que esa interpretación sirva para interaccionar con ella y poderla manipular, es decir, que lo que percibimos es, al menos en parte, tal como lo percibimos, los sentidos parece que deben darnos una "imagen" certera de la realidad.

Parecen banales estas consideraciones, pero no creáis que lo son. Dar por hecho lo que se cree o se piensa es impropio de una mente flexible capaz de admitir ideas intrépidas, algunas de la cuales podrían hacernos entender lo que otros no podrán, porque lo habrán dado por hecho o un prejuicio les incapacitará para ello.

Todo, hasta lo más evidente, ha de ser pensado y evaluado para poder ser admitido. Lo contrario nos conduce a admitir lo que otros piensan por nosotros, lo que no dejar de ser una forma de ignorancia.

Por Cástor y Pólux.

domingo, 24 de febrero de 2013

INTRODUCCIÓN. ADONIS Y LA FOTOGRAFÍA, Y ARGONAUTA.

Bienvenidos una vez más a Obtentalia, en este domingo único y especial, porque una vez que haya pasado será irrepetible, porque no podrá vivirse por segunda vez. Sobre algo parecido a esto nos hablaba ayer Pólux en su artículo "El concepto del tiempo".

Finalmente pudimos cerrar la colaboración que queríamos para hoy y aquí la tenéis. Se trata de la segunda entrega de Adonis, con fotografía en blanco y negro incluida, lo que va camino de convertirse en una tradición. De título ¿Qué es una fotografía?, trata de mostrar el aspecto subjetivo que se esconde en cada fotografía, y, especialmente, en la que acompaña su artículo. Nos habla de sus propios recuerdos y evocaciones cuando nos cuenta "Con esta fotografía que publico hoy pretendo contar y transmitir las emociones que me produce el peculiar perfume de los naranjos en un lugar distinto donde el tiempo parece haberse detenido." Pura emoción  y subjetividad, toda una delicia. No dejéis de leerlo. Lo encontraréis tras esta entrada, en el enlace de los títulos móviles y ¡en su página! Sí, Adonis ya tiene una página donde estarán todos sus artículos, como los demás colaboradores. Se la ha ganado por méritos propios. Su página se llama "La mirada de Adonis", y la encontraréis junto con las demás en el lateral izquierdo del blog, bajo los títulos móviles.


Pronto podremos también disfrutar de las estupendas fotografías de Adonis en la cabecera de nuestro blog. Hemos visto algunas y nos han cautivado. El poco orgullo que teníamos por nuestras fotos de puestas de sol se ha desvanecido después de ver las de Adonis.


No queremos dejar de tener un recuerdo y un saludo para nuestro querido colaborador Argonauta, a quien seguro esperáis "ver" cada domingo muchos de vosotros. No temáis, seguirá colaborando con nosotros y compartiendo sus magníficas historias y vivencias  Mientras esperamos esas historias, queríamos recordarle que Obtentalia se ha engrandecido gracias a colaboradores como él, por lo que siempre le estaremos agradecidos. Un especial saludo de nuestra parte, Argonauta.


Os dejamos nuevas sugerencias. Ahí tenéis enlaces a artículos e introducciones más antiguas y que tal vez no hayáis visto. 

Mañana tendremos que afrontar una nueva semana. ¡ÁNIMO! haremos que merezca la pena.

Por Cástor y Pólux.

ARTÍCULO. ¿QUÉ ES UNA FOTOGRAFÍA?, POR ADONIS.

¿QUÉ ES UNA FOTOGRAFÍA?
Por Adonis (24-02-2013)



Fotografía de Adonis.


En principio podríamos decir que es un clic mecánico, que junto con un procedimiento técnico capta una imagen que luego podemos observar. 

Va mas allá, es subjetiva, depende directamente de la mirada del fotógrafo y expresa otra forma de lenguaje visual. Es una interrupción del tiempo que permite un espacio de eternidad y memoria de un solo instante, manteniendo los recuerdos que nunca se podrán repetir. 

Con una fotografía puedes recordar lo vivido, aunque ese momento que ves ya está muerto, olores, sonidos, y sensaciones que se despiertan. No son las mismas las que se producen en el fotógrafo que en otras personas que las observan. Seria interesante saber que efecto produce en los demás, ¿no? 

Podemos hablar de aspectos técnicos, encuadre, enfoque, luz, composición… y mucho más. Pero yo me quedo con los factores emocionales, sensaciones que transmite, historia que cuenta. Las mejores fotografías de la historia las ves una vez y no las olvidas. 

Con esta fotografía que publico hoy pretendo contar y transmitir las emociones que me produce el peculiar perfume de los naranjos en un lugar distinto donde el tiempo parece haberse detenido. Palmeras, naranjos, rosales, setos... en un jardín que perteneció a la Familia Real Española y que hoy es uno de los lugares mas visitados de España. 

Es tradición detenerse a dar de comer a cientos de palomas y pasear en coche de caballos. Caballos que no son de gran belleza, no compiten en concursos ni reciben mimos y caricias, solo los que les dan los visitantes. 

Trabajan duro paseando, tirando del enganche, un peso a veces exagerado.  Su cabeza agachada, su quietud esperando al turista, parece mostrar algo de tristeza. Sin embargo son muchos recuerdos los que me evocan verlos pasear. De niño me impresionaba verlos, los veía enormes, majestuosos y señoriales, sobre todo cuando mis padres nos daban un paseo en alguno camino de la feria, el sonido de los cascos del caballo en las calles de adoquines, ritmo pausado y relajante, y el balanceo suave del coche viendo al cochero en su pescante como llevaba las riendas del caballo. 

A veces, ver una fotografía nos despierta emociones y provoca sensaciones que nos agradan. 

Y a ti, ¿qué te despierta, qué te produce esta fotografía?

No estaría mal que me lo dijeras. 

Puedes dar tu opinión técnica, tus sensaciones, o simplemente si te gusta o no.