¿Qué es
lo que realmente merece la pena de todo lo que hacemos? Creo que aquello que
nos haga sentir satisfacción, da igual lo que sea, grande o pequeño, importante
o no. Lo pequeño puede ser muy importante para quien le produce satisfacción.
Lo que
sucede es que estamos invadidos por la idea de que sólo las grandes cosas son
importantes: los grandes viajes, las grandes aventuras, los grandes proyectos,
las grandes fortunas… La industria en general, a través de la publicidad, crea
necesidades e ideas atractivas con el único fin de producir más, vender más y
enriquecerse más. Usan todo tipo de estratagemas, subliminares o directas, a
través de productos y personas a las que quieren que admiremos para
identificarnos en sus necesidades.
Y es
que el consumismo nos envuelve con sensaciones de glamour e ideas a las que no
sometemos a ninguna reflexión, introduciéndose así en nuestro subconsciente
para actuar desde allí.
La reflexión es nuestra única y mejor arma para
defendernos de lo fútil e innecesario, de los actos compulsivos a que nos inducen las ideas que la industria inventa para vender más y consolidarse.
Por Pólux.
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