A veces creo que me pongo pesado diciendo lo mismo. ¡Cuánto se aprende manteniendo la boca cerrada y observando, sólo observando! Generalmente los demás tienen tanto interés en hablar y hablar que te dejan todo el tiempo del mundo para observar, y sobre todo para observarles a ellos.
Digo esto porque quería hablar del poder, y como a pesar de nuestras quejas sobre la forma de ejercerlo los políticos y cargos públicos, es evidente, observando tan sólo un poquito mientras los demás hablan, que el poder se ejerce en todos los niveles, hasta los más pequeños, entre amigos, en la familia, en el trabajo, y lo ejercemos cada uno de nosotros, sí, esos que nos quejamos del abuso de poder que ejercen otros a gran nivel (políticos, jueces, directores generales, etc.).
El poder nos emborracha, sin duda. Sólo hay que mirar alrededor para comprender que es un tópico esa queja sobre la corrupción de los políticos hoy tan común. Nos llevamos las manos a la cabeza y nos rasgamos las vestiduras..., teatro, sí, puro teatro. Somo todos los que hacemos eso, sólo que unos tienen la posibilidad de hacerlo a mayor nivel y son capaces de hacerlo. Quien no lo haría a nivel pequeño no lo haría tampoco, seguramente, a nivel mayor, y quien lo haría en ese nivel pequeño, podría hacerlo también en el mayor.
Hay gente para todo, solemos decir, y es que, en este caso, la minoría son el reflejo de la mayoría.
Por Pólux.
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