La fotografía de cabecera del blog hoy, que en esta entrada representamos, es algo excepcional. Rara vez solemos identificar lugares, y hoy lo hacemos.
Nuestras fotos pretenden representar de alguna manera la generalidad y la universalidad del pensamiento y las ideas. Un cielo abierto, el mar, un paisaje, una puesta de sol, no definen la particularidad (lugares), sino aquello que puede ser común a todos, como lo es la vida, el pensamiento o las ideas en general.
Obtentalia habla de la conciencia, del pensamiento, de la libertad que supone ser uno mismo, sin sujeciones o represiones, sin la particularidad del hecho represivo. Esa es la razón que justifica el tipo de fotografías que ponemos en la cabecera de nuestro blog.
Pero hoy le queríamos hacer un pequeño homenaje a esa tierra que tanto nombramos, a esa tierra en la que hunde sus raíces nuestra atalaya, Huelva.
Y qué mayor representación de Huelva que uno de sus lugares colombinos más representativos. Sí, esos lugares declarados conjunto histórico artístico que tuvieron una especial relevancia en el primera viaje de Cristóbal Colón. Hablamos de la Rábida, entre Huelva, Palos de la Frontera y el río Tinto, un enclave lleno de historia, con su famoso Monasterio o sus más actuales Foro Iberoamericano, Jardín Botánico Celestino Mutis o réplicas de la Pinta, la Niña y la Santa María. Un lugar que merece la pena ser visitado.
Pues en la fotografía de hoy vemos el recién restaurado monumento sito en la Rábida (una restauración que se ha hecho eterna, y junto al que en su día, como curiosidad, Julio Iglesias diera un concierto), en un paseo engalanado de palmeras y pinos y otra arboleda. Un lugar que huele a historia y a mar, a cielo y a brisa.
Por Pólux.
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