"STOKER"
Por Prometeo (15-06-2013)
Fui a ver esta película sin más referencia que las muchas estrellitas con las que la calificaba algún periódico. Y salí encantado.
Hacía tiempo que tenía ganas de ver algo diferente. Y esta película cubrió todas mis expectativas.
Trata de cómo una joven que cumple 18 años, el mismo día que su padre muere, descubre ciertas pasiones y sentimientos ocultos, en cuyo proceso interviene de forma significativa su tío, de cuya existencia no tenía conocimiento. La historia es interesante, pues lo que descubre es algo poco habitual, pero lo que hace a la película verdaderamente interesante es la forma de contar la historia y especialmente la manera en que está dirigida y montada.
Los tres personajes principales, la hija (Mia Wasikowska), la madre (Nicole Kidman) y el tío de la hija (Matthew Goode) están interpretados con talento y dirigidos con verdadera maestría. Son personajes con rarezas, pero desde un principio se deja entrever que debajo de esas rarezas se esconde algo. Esa forma de insinuar capta la atención desde el principio y sólo conforme avanza la película se va mostrando todo lo que subyace bajo la apariencia. Son personajes muy definidos y con rasgos de personalidad muy definidos e intrigantes. La sonrisa maliciosa que exhibe con tanta facilidad el tío, la mirada fría con el gesto contenido de la hija, o la frialdad y la falta de empatía de la madre hacia su hija son muestra de ello.
Cada cosa que acontece, lejos de ir desvelando la verdadera naturaleza de las rarezas personales, nos induce sutilmente a una intriga que va en aumento. No es fácil conseguir eso, pero el magistral trabajo del director hace que parezca fácil lo que no lo es. Y verdaderamente uno de los protagonistas de esta película es su director, Park Chan Wook, quien, lejos de tópicos, escenas fáciles o diálogos gratuitos, construye una obra de arte, más allá de la superposición lineal de imágenes y escenas a la que nos vamos acostumbrando.
En esta película encontré talento y ganas de hacer algo diferente. Y eso no sólo lo consigue el director con su dominio de la cámara, sino también con el excelente trabajo que consigue de los actores y con un montaje especialmente cuidado y original, donde algunas escenas se engarzan con otras con especial originalidad, y en la que también la música merece una mención especial.
Los créditos del inicio ya parecen adelantarnos que algo diferente nos espera, lo que queda claro con la primera escena, en la que se oyen unas palabras de la hija en "off", que cobraran pleno sentido con la escena final.
La película no es ni fácil ni difícil de ver. Su ritmo pausado (que no lento) requiere cierta atención que, por otra parte, se presta con sumo gusto conforme se va descubriendo el esfuerzo del director por hacer algo distinto.
Merece la pena ir a disfrutar del talento que encierra esta película, que recomiendo con énfasis, menos a los pequeños, a quienes claramente no va dirigida la temática de esta película, y a quien busque puro entretenimiento fácil y sin complicaciones, que hay que reconocer que a veces es también lo que apetece.
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