Un grupo de gaviotas en el cielo azul. Las vi pasar sobre la atalaya el otro día. Cosas así son las que me permite ver la atalaya, ese crisol que aún no sé donde está ubicado, si allí, sobre mi cabeza, distante y ajeno, o aquí, en esta mente, como parte de mí. No sé si esas gaviotas están allí volando, tal como las veo, o aquí en mi interior, como parte de mi voluntad de ver.
No sé dónde mirar, ni siquiera qué es lo que veo. Sólo sé que me parece estar aquí, plácidamente en la atalaya, viendo pasar las gaviotas frente al mar, entre altivos médanos que acaparan mi atención y mi pensamiento.
Por Pólux.
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